La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, pidió este miércoles ir más allá de la retórica política y de seguridad que ha prevalecido en torno a la crisis migratoria que se está registrando en la frontera polaco-bieolorrusa, y que se vele por la integridad de los migrantes y refugiados que están sobreviviendo a la intemperie a temperaturas cercanas a cero.
"Pido a los Estados involucrados que tomen medidas inmediatas para reducir la tensión y resolver esta situación intolerable conforme a sus obligaciones bajo el derecho internacional y de refugiados", señaló Bachelet mediante un comunicado emitido por su oficina en Ginebra.
En esa frontera se concentran cientos de migrantes provenientes en su mayoría de Medio Oriente y Asia (Afganistán, en particular) y se han producido varios intentos violentos de pasar desde el lado bielorruso a territorio polaco de manera ilegal, los que han sido frenados por las fuerzas de seguridad.
Rusia apoya sin titubeos a Minsk en su enfrentamiento con Polonia y la Unión Europa, una crisis en medio de la cual se ha anunciado la prolongación de la presencia militar rusa en Bielorrusia por 25 años más.
Bachelet sostuvo que el énfasis que se ha puesto hasta ahora en los aspectos políticos y de seguridad -incluido el aumento de tropas- y la retórica agresiva de los líderes políticos solo están sirviendo para aumentar la vulnerabilidad y los riesgos para los migrantes y refugiados.
"Pido a las autoridades involucradas que garanticen que los derechos humanos de estos individuos es la preocupación central", señaló la alta comisionada, quien pidió que se permita el tránsito de ayuda humanitaria hasta ellos, así como de observadores de la sociedad civil y periodistas.
Sin mencionar el rechazo de Polonia a los refugiados en la frontera -la mayoría de los cuales aseguran que solo quieren transitar por Polonia para dirigirse a otros países de la UE-, Bachelet recordó que no se puede impedir a nadie que busque asilo y otras formas de protección internacional.