La muerte de una embarazada de 30 años desencadenó una manifestación de miles de personas en Polonia en contra la nueva ley que prohíbe el aborto, ya que según su familia, la mujer pudo haber sobrevivido si se le practicaba el procedimiento médico.
La marcha comenzó frente al Tribunal Constitucional de Varsovia, que en 2020 ilegalizó el aborto prácticamente en todos los casos, antes de dirigirse luego al Ministerio de Salud, portando pancartas con lemas como "Podría estar viva", "Derechos de las mujeres, derechos humanos" y también fotos de la víctima.
La muerte de la mujer de 30 años, identificada en los medios como Izabela, se produjo el pasado 22 de septiembre, pero fue dada a conocer por su familia hace una semana.
La mujer ingresó embarazada de 22 semanas en un hospital de Pszczyna (sur de Polonia), donde los médicos se dieron cuenta de que el feto no sobreviviría, ya que presentaba graves anomalías al haberse perdido todo el líquido amniótico.
A pesar de ello, según la abogada de la familia, se negaron a practicarle un aborto mientras todavía latiera el corazón del feto, lo que devino en la muerte de la mujer por shock séptico poco después de que lo extrajeran por cesárea.
El rostro de la joven víctima.
A la protesta se sumaron, entre otros, el alcalde de la capital Rafal Trzaskowski, además del líder del partido opositor Plataforma Cívica y ex presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
"Un médico que quiera salvar la vida de una mujer tiene que preguntarse si el Sr. Ziobro le meterá en la cárcel," advirtió Tusk este viernes, en referencia al ministro de Justicia, en un llamado para que más gente se uniera a las protestas.
Después de que el caso saliera a la luz hace una semana, la oficina del fiscal regional de Katowice abrió una investigación y el Ministerio de Salud ordenó una auditoria para determinar si el hospital cometió una negligencia.
Desde la polémica sentencia del Tribunal Supremo, que se hizo efectiva a principios de este año, en Polonia solo está permitido el aborto si el embarazo es producto de una violación o si la vida de la madre corre peligro, aunque algunos grupos ultracatólicos pretenden eliminar incluso estas causales.
Otras concentraciones contra la ley de ilegalización del aborto, convocadas bajo el lema "Ni una más", están previstas para el domingo y el lunes.