Portugal lucha contra el incendio más complicado del verano
Si bien ya fue controlado el 85 por ciento de la emergencia, aún queda "un intenso trabajo".
Según estimaciones, las llamas han arrasado con 8.500 hectáreas.
Si bien ya fue controlado el 85 por ciento de la emergencia, aún queda "un intenso trabajo".
Según estimaciones, las llamas han arrasado con 8.500 hectáreas.
Portugal continúa este domingo trabajando con la meteorología en contra para extinguir el incendio declarado el sábado en Vila de Rei, en el centro del país, que se extendió al municipio vecino de Mação y se ha convertido en el más complicado de este verano.
A pesar de que Protección Civil da por controlado el 85 por ciento del área del fuego, cuyo perímetro supera los 50 kilómetros, la preocupación se mantiene ante el empeoramiento de las condiciones meteorológicas a lo largo del día, que dificulta las labores de extinción.
"Nos espera un intenso trabajo", señaló el comandante Luís Belo Costa en rueda de prensa, que lamentó el aumento de las temperaturas y el cambio de la dirección del viento, que ahora sopla hacia el sudoeste y está complicando la situación.
Cerca de 800 bomberos participan en las labores de extinción del fuego, en el que además trabajan casi una quincena de medios aéreos.
La virulencia de las llamas hizo que el fuego de Vila de Rei se extendiese hasta Mação, donde "la situación es complicada, con muchas reactivaciones", según explicó en declaraciones a EFE el alcalde, Vasco Estrela.
El fuego ya ha arrasado casi 3.000 hectáreas en este municipio, avanzó Estrela, que explicó que en total afecta a 11 aldeas.
Las autoridades no han ofrecido todavía cifras oficiales del alcance total del incendio, pero el Laboratorio de Fuegos de la Universidad de Trás-os-Montes calcula, según medios locales, que ya ha arrasado 8.500 hectáreas.
En Sarnadas, una de las aldeas de Mação afectadas por el incendio, los bomberos eran ayudados en la extinción por los vecinos, que se quejaban de la tardanza en llegar a la zona de los medios aéreos.
El de Vila de Rei es sólo uno de los cinco incendios que se declararon el sábado en el distrito de Castelo Branco, con otros cuatro fuegos en la vecina Sertã que fueron controlados a lo largo de ayer y de la pasada madrugada.
Las llamas en Vila de Rei, Mação y Sertã llevaron al desalojo de varias aldeas y causaron un total de 20 heridos, ocho bomberos y doce civiles, de los cuales sólo uno de ellos es grave, un civil que fue trasladado a la unidad de quemados de un hospital de Lisboa.
Mientras los bomberos continúan con las labores de extinción, las autoridades empezaron a investigar las causas de los incendios, para las que no descartan la participación humana.