Las penas llegan hasta los tres años para los tres inculpados.
Entre los sentenciados hay un dueño de un circo que proveía los animales.
El tigre se encuentra entre las especies del planeta más amenazadas.
Un juzgado checo sentenció este martes a penas de hasta tres años de cárcel a tres personas que participaron en el comercio de productos falsamente medicinales elaborados con órganos de tigre, un animal protegido y en peligro de extinción.
Un empresario que elaboraba los productos fue condenado a tres años de prisión, mientras que el dueño de un circo que le facilitaba los tigres a dos años de prisión condicional y una multa de 14 mil coronas (426 mil pesos chilenos), según informan los medios locales.
El tercer condenado es un vietnamita que vendía los productos entre la comunidad de su país en República Checa o los exportaba a países de Asia.
Los tres fueron detenidos durante la primera operación policial checa contra el tráfico ilegal de tigres, realizada en julio de 2018, después de que la Inspección de Medio Ambiente cotejara la información de ADN de productos decomisados en el aeropuerto de Praga con la recogida de los 25 criadores privados de tigre.
La operación policial tardó tres años en prepararse y durante los registros se localizaron un animal muerto, una piel, garras y cubos de caldo preparados con órganos del animal.
Con una población mundial en estado salvaje cifrada en 3.500 ejemplares, el tigre se encuentra entre las especies del planeta más amenazadas, en buena parte, por la caza furtiva y comercio indiscriminado de sus derivados.
