La primera ministra sueca, la socialdemócrata Magdalena Andersson, presentó este miércoles su dimisión, pocas horas después de haber sido elegida, por la salida del Partido de Medioambiente de la coalición de Gobierno.
Los ecologistas justificaron su decisión por el hecho de que la mayoría parlamentaria había forzado al Ejecutivo rojiverde a gobernar con los presupuestos de la oposición, aunque reiteraron que siguen apoyando a Andersson, primera mujer en gobernar Suecia, de cara a una hipotética nueva votación.
"Según la práctica constitucional, un gobierno de coalición debe dimitir cuando sale un partido. No quiero dirigir un gobierno del que se cuestione su legitimidad. Por eso he presentado mi dimisión", dijo en una rueda de prensa Andersson, que reiteró su disposición a liderar un Ejecutivo socialdemócrata en minoría.
El presidente del Parlamento, Andreas Norlén, informó de que ha aceptado la dimisión y este jueves explicará cómo sigue el proceso tras reunirse con los líderes políticos. El escenario probable es una nueva votación en la que la líder socialdemócrata resulte elegida, ya que mantiene los mismos apoyos.
Andersson duró menos de ocho horas en el cargo, las que pasaron desde que el Parlamento toleró su elección, al no tener a la mayoría en su contra (175 escaños), hasta que presentó su renuncia.
La líder socialdemócrata, que debía presentar su nuevo gobierno este viernes, sufrió un primer golpe cuando sus presupuestos recibieron menos votos que la moción alternativa de conservadores, democristianos y el ultraderechista Demócratas de Suecia (SD).
La cercanía de las elecciones generales, que se celebrarán en septiembre de 2022, y el hecho de que los presupuestos alternativos solo suponen modificar algunas partidas fueron el argumento esgrimido por Andersson para aceptar gobernar con ellos.