Un juzgado de Estocolmo abrió este jueves el juicio contra un médico español acusado de varios delitos sexuales, incluida la violación, cometidos contra 52 niños en diferentes centros hospitalarios de Suecia.
El médico -identificado como Cristian Carretero Sánchez, de 29 años- está acusado de violación grave de menor, abuso grave de menor, aprovechamiento de niños para hacer poses de tipo sexual y pornografía infantil, cargos de los que se declaró inocente al inicio del proceso.
La fiscalía sostiene que el médico tocó en muchas ocasiones de forma injustificada a los niños, que acudían por dolencias de otro tipo, en los genitales y el ano y los penetró con los dedos o con instrumental, por lo que en seis casos cabe hablar de violación grave, un delito penado con hasta diez años de prisión en Suecia.
"El caso es complejo y hemos realizado muchos interrogatorios. Se han planteado altas exigencias en cuanto a objetividad y capacidad de análisis", dijo a medios suecos la fiscal Ann Lidén, que sustenta la acusación en vídeos de las exploraciones grabados por Carretero y los testimonios de expertos, que las consideran injustificadas.
La defensa insistió por su parte en que sí que había una motivación médica y que pretendía hacer exploraciones minuciosas de todo el cuerpo, habituales según el acusado en su país de origen.
Una de las letradas encargada de defender al médico, Sabina Böö, destacó que éste había contado con el consentimiento de los niños y sus familiares antes de practicar las exploraciones y que muchos de ellos no percibieron en su momento que hubiera ningún abuso.
"Los exámenes se practicaron bajo las condiciones de los pacientes, desde que entraron en la consulta hasta que se fueron de allí", afirmó Böö a medios suecos.
El origen del caso
El origen del caso tiene su origen en noviembre pasado, cuando cuatro padres que habían acudido con sus hijos a un hospital de Estocolmo contactaron con la dirección del centro al considerar que las exploraciones a aquellos habían sido muy amplias.
El hospital inició una investigación, contactó con otras clínicas donde el médico había trabajado con anterioridad y avisó luego a la policía sueca.
Los delitos fueron cometidos supuestamente por el médico -detenido a finales de diciembre y en prisión preventiva desde entonces- en centros hospitalarios de cuatro localidades suecas: Skellefteå, Skövde, Jönköping y Estocolmo.
La causa incluye también a 18 adultos, padres de niños que pidieron atención médica mediante un servicio por internet para el que trabajó el galeno.
Carretero les pidió a través de videochat que filmasen los genitales de los niños, lo que podría constituir un delito de molestia sexual y aprovechamiento de persona en situación de dependencia.
Tras ser detenido, la policía encontró cientos de vídeos de pornografía infantil en el ordenador personal y el teléfono móvil del doctor.
El tribunal ha reservado 39 vistas para el juicio -en su mayor parte a puerta cerrada, al tratarse de delitos sexuales-, que se repartirán en tres por semana, de ahí que no se cuente con que haya finalizado hasta diciembre.