La periferia de Estocolmo fue escenario, ayer miércoles, de disturbios por cuarta noche consecutiva.
Medios locales suecos detallaron que los alborotos se concentraron en varios suburbios al sur de la capital, mientras que también hubo algunos incidentes aislados en barrios apartados del propio Estocolmo.
Al menos un policía resultó herido, al lanzar grupos de jóvenes piedras contra el contingente antidisturbios cuanto éstos trataban de impedir que se incendiaran contenedores de basura.
En la ciudad sueca de Malmö se produjeron asimismo algunos incidentes y hasta tres automóviles fueron incendiados en un barrio periférico.
Se trata de la cuarta noche consecutiva con incidentes de estas características, lo que supone la mayor oleada de disturbios en años en Suecia.
Los barrios afectados tienen en común la alta concentración de población de origen inmigrante y los problemas económicos que se han agudizado en los últimos años con la política de recortes del seguro de desempleo, las ayudas sociales y en educación impulsada por el Gobierno de derechas sueco.
El origen de los disturbios está relacionado con un incidente ocurrido hace una semana en Husby, cuando un inmigrante con problemas psíquicos murió por disparos de la policía en su departamento, donde se había encerrado con su compañera.
Los agentes aseguraron haber disparado en defensa propia al ser amenazados supuestamente con un hacha, aunque la actuación irregular de las fuerzas del orden provocó protestas de los vecinos y la apertura de una investigación interna de la Policía de Estocolmo.