Una filtración de datos reveló que, por alrededor de siete décadas, el banco suizo Credit Suisse guardó las fortunas en cuentas de personas de todo el mundo ligadas a la corrupción, entre ellos empresarios sancionados y violadores de Derechos Humanos, por un valor conjunto de unos 100.000 millones de dólares, según publicó este domingo The New York Times.
Lo anterior tras la investigación denominada Suisse Secrets (Secretos Suizos) realizada de manera conjunta por 48 medios de comunicación de todo el mundo, donde analizaron los datos de unas 18.000 cuentas del banco suizo filtradas hace un año al periódico alemán Süddeutsche Zeitung por una persona no identificada.
El informante dijo al consorcio mediático en una nota que las leyes de secreto bancario suizas eran "inmorales", y agregó que "el pretexto de proteger la privacidad financiera es una mera hoja de parra que cubre el vergonzoso papel de los bancos suizos como colaboradores de los evasores fiscales", de acuerdo al Journal.
La filtración revela que Credit Suisse abrió cuentas y sirvió como clientes entre 1940 y la década de 2010, "no sólo a los ultra ricos, sino también a personas cuyas situaciones problemáticas habrían sido obvias para cualquiera que pusiera sus nombres" en un buscador como Google.
El banco supuestamente ignoró las alertas de sus propios empleados sobre "actividades sospechosas" en las finanzas de sus clientes, entre ellos acusados de corrupción en torno a la petrolera estatal de Venezuela; figuras gubernamentales en Medio Oriente o altos funcionarios de inteligencia de países colaboradores con EEUU en la guerra contra el terrorismo, así como sus familiares.
"CAMPAÑA DE DESCRÉDITO"
Entre los involucrados está el ex viceministro de energía venezolano Nervis Villalobos; los hijos del ex presidente egipcio Hosni Mubarak, Alaa y Gamal Mubarak; el rey Abdulá II de Jordania; y los hijos de un funcionario de inteligencia paquistaní, Akhtar Abdur Rahman Khan, que ayudó a canalizar dinero de EEUU y otros países a los muyahidines en Afganistán durante los 80'.
Algunas de esas figuras, como los hijos de Mubarak o el rey jordano, han negado que su almacenamiento de fondos en la segunda mayor entidad del sistema suizo correspondiera a conductas inapropiadas.
Candice Sun, vocera de la entidad bancaria, dijo al NYT que el ente "rechaza" lo acusado y argumentó que muchas de las cuentas ya están cerradas, destacando que todo corresponde a una campaña de descrédito "contra el banco y el mercado financiero suizo, que se ha sometido a cambios importantes en las últimas décadas".
No obstante, un antiguo director de la agencia contra el blanqueo de dinero en Suiza, Daniel Thelesklaf, aseguró que a los bancos suizos se les ha prohibido legalmente desde hace mucho tiempo aceptar dinero vinculado a actividades criminales, señalando que la ley por lo general no se ha aplicado con dureza.