Al menos 24 personas murieron en ataque a fuerzas militares en Turquía
"Se trató de un ataque coordinado y sincronizado" a varios puestos militares.
Ocho puestos militares fueron atacados por el PKK.
"Se trató de un ataque coordinado y sincronizado" a varios puestos militares.
Ocho puestos militares fueron atacados por el PKK.
Al menos 24 militares murieron este miércoles y otros 18 resultaron heridos en un ataque presuntamente realizado por el grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el sudeste de Turquía, en el mayor atentado de los últimos años contra las Fuerzas Armada.
"Se trató de un ataque coordinado y sincronizado" a varios puestos militares junto a la frontera iraquí en la comarca de Çukurca (provincia de Hakkari)", explicó la fuente.
La cadena NTV informó de que el jefe del Estado Mayor, Necdet Özel, y los jefes de los tres Ejércitos se han desplazado al lugar de los hechos y se espera que en cualquier momento se inicie una operación militar, al menos aérea, en territorio iraquí.
El primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, ha cancelado un viaje a Kazajistán tras ser informado del atentado.
Un periodista local explicó a EFE que los atacantes eran "más de 100" y que atacaron ocho puestos militares, entre unidades fronterizas y cuarteles del Ejército.
Tal y como penetró desde Irak, el grupo del PKK escapó por el mismo lugar tras mantener los objetivos turcos bajo intenso fuego de armas de largo alcance entre la 1.00 y las 5.00 horas de hoy.
De acuerdo con la web del diario 'Hürriyet', ya ha comenzado una operación de 'persecución en caliente' ('hot pursuit', en terminología militar) en territorio iraquí, tanto por aire como por tierra.
Desde las elecciones del pasado 12 de junio, el PKK ha incrementado sus ataques y un centenar de miembros de las fuerzas de seguridad, más de una docena de civiles y un gran número de militantes kurdos han fallecido en los combates.
El de este miércoles ha sido el ataque más letal del PKK contra las fuerzas de seguridad turcas desde mediados de la década de 1990, cuando un comando de rebeldes kurdos detuvo un autobús militar y asesinó a los 33 soldados desarmados que viajaban en él.