Cinco personas murieron y 39 han resultado heridas en un atentado con auto bomba contra una comisaría de policía en el sureste de Turquía, cuyas autoridades atribuyeron al grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Dos personas murieron la pasada medianoche en la explosión del auto bomba en la ciudad de Cinar y otras tres fallecieron al derrumbarse un edificio cercano, según la Gobernación de la provincia suroriental de Diyarbakir, donde se encuentra la localidad en la que se produjo el atentado.
La fuente indicó que todos los fallecidos eran civiles, entre ellos dos familiares de agentes, que murieron en el derrumbe del edificio cercano, y también hay seis policías entre los heridos.
Las imágenes difundidas por los medios muestran enormes daños en un edificio residencial destinado a las familias de los policías que trabajan en la comisaría.
Tras la explosión del auto bomba, algunos miembros del PKK lanzaron un ataque con lanzacohetes y fusiles de largo alcance, lo que provocó un tiroteo con los agentes que se prolongó durante unos 40 minutos, señaló la fuente.
Tras el tiroteo los miembros del PKK escaparon y el Ejército y la policía lanzaron una amplia operación de captura.
La amenaza del PKK
Desde el fin del alto el fuego el pasado verano entre el PKK y las fuerzas de seguridad, al fracasar las conversaciones de paz, cientos de personas han muerto en atentados y enfrentamientos.
Además de atentados y emboscadas del PKK en zonas rurales contra las fuerzas de seguridad, se han producido duros enfrentamientos en varias ciudades turcas en las que el Ejército ha impuesto el toque de queda.
Las fuerzas de seguridad turcas lanzaron una gran ofensiva a mediados de diciembre para desalojar a los guerrilleros de las ciudades de Silopi y Cizre, así como del casco histórico de Diyarbakir, la principal ciudad kurda de Turquía.