A un año de la invasión rusa en Ucrania, el analista internacional Gilberto Aranda estimó que la guerra está causando un "cambio de paradigma" en gran parte de Europa, en cuanto a su coordinación e inversión en defensa.
"Ciertamente vemos una Europa que está mucho más cohesionada que antes de la guerra. De hecho, Putin apostaba a la división europea para encarar esta cuestión, y la verdad es que Europa parece determinada a prestar auxilio logístico, militar y económico a Ucrania, y eso ciertamente a la postre puede ser algo positivo para el continente", reflexionó en El Diario de Cooperativa.
A la vez, "se ha dicho insistentemente que es una guerra donde se aprecia la bipolaridad del mundo, y si uno atiende los elementos económicos-comerciales, estamos en un avión bimotor", sin embargo, estimó que "es un mundo mucho más anárquico incluso que el de la Guerra Fría, y que se parece más a ese periodo de Paz Armada, de carrera armamentista de finales del siglo XIX y principios del siglo XX".
El académico del Instituto de Estudios Internacionales de la U. de Chile recordó que esta época se caracterizó por "quién desplegaba el arma de mayor grosor, de mayor alcance y mayor capacidad de destrucción, o sea, entramos en la insensatez, en mi opinión, y esto es una muestra de que la carrera armamentista se está desatando" tanto en Occidente como entre los supuestos aliados de Rusia, que se presume que son Irán y Corea del Norte.
"Acá van a haber cambios: ciertamente Europa está más cohesionada que antes y muy consciente de que tiene que buscar su seguridad estratégica. Hay un grupo que dice que eso lo va a lograr con Estados Unidos, y otros que quieren ciertos niveles de autonomía", apuntó.
Aranda además resaltó que en el marco de estas transformaciones, "Alemania, que había sido un país refractario a entrar en debates respecto de aumentar los presupuestos de defensa, lo ha hecho de una manera que no se conocía desde antes de la Segunda Guerra Mundial".
"Es decir, estamos en un cambio paradigmático para Europa, donde desde algunos puntos de vista gana cohesión, pero también tengo la impresión de que el mundo se hace mucho más frágil e impredecible de lo que ya es", concluyó.
