El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, reiteró este viernes su rechazo a que la OTAN contribuya a imponer una zona de exclusión aérea sobre Ucrania ya que, aseguró, los aliados tienen la responsabilidad de que la guerra iniciada por Rusia "no se extienda" fuera de ese país.
"Mientras hacemos todo lo posible para dar a los ucranianos medios para defenderse, tenemos la responsabilidad de (asegurar) que la guerra no se extienda más allá de Ucrania", dijo Blinken en una rueda de prensa tras participar en una reunión ministerial de la OTAN y acudir después como invitado a un Consejo de Exteriores de la Unión Europea en Bruselas.
Blinken aludió a las palabras del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que hoy rechazó también que la OTAN vaya a contribuir a esa zona de exclusión aérea que pedía Kiev.
La única forma de implementar dicha zona de exclusión aérea, apuntó Blinken, sería "enviando aviones de la OTAN a derribar aviones rusos". "Esto podría llevarnos a la guerra con Rusia. No vamos a entrar en una guerra con Rusia, pero vamos a dar a los ucranianos métodos para defenderse", dijo.
El secretario de Estado estadounidense también reconoció que hay una elevada probabilidad de que "las cosas vayan a peor antes de que vayan a mejor" sobre el terreno, basándose en "lo que sabemos de los métodos de (el presidente ruso, Vladimir) Putin cuando busca subyugar a otro país bajo su voluntad".
"Lo que vemos en el campo de batalla es a las fuerzas rusas intentando controlar las grandes ciudades y métodos cada vez más brutales, también contra civiles. La terrible expectativa es que el sufrimiento que hemos visto irá a peor antes de ir a mejor mientras Rusia siga usando estos métodos", reconoció.
Blinken también explicó que el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, les ha transmitido en las reuniones de hoy algunas de las necesidades que surgen sobre el terreno en Ucrania y que se está trabajando en ver "qué más se puede hacer", al tiempo que aseguró que las sanciones de Occidente ya están teniendo "un impacto dramático" en la economía rusa.
Y, aunque subrayó que aplicar estas sanciones "no es como darle a un interruptor" en cuanto a limitar la capacidad militar rusa en Ucrania, señaló que el impacto es "poderoso, real y está construyéndose".
Blinken añadió además que, aunque Putin ha dicho públicamente que la operación militar está transcurriendo como él planeaba, "se hace difícil imaginar que su plan incluyera unir al mundo entero contra Moscú" o "poner a la economía rusa en caída libre".
Preguntado por futuras sanciones en el área de la energía, Blinken dijo que "no se descarta nada", aunque apuntó a que reducir las reservas energéticas mundiales aplicando este tipo de medidas a Moscú supondría un incremento en los precios que pagan los consumidores occidentales, mientras que el objetivo de las sanciones debe ser "lograr un máximo impacto en Rusia y uno mínimo" en Estados Unidos y sus socios.