Tras un mes del inicio de la inesperada operación en el territorio ruso de Kursk, los progresos de Ucrania se han ralentizado, pero Kiev ha logrado recuperar la iniciativa, tanto en parte del campo de batalla como en el escenario diplomático, además de haber obligado a Rusia a retirar numerosas fuerzas del frente.
Más de 1.300 kilómetros cuadrados de territorio ruso y más de cien localidades permanecen bajo control ucraniano, mientras que unos 6.000 soldados rusos han muerto o han resultado heridos, informó este viernes el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en una reunión del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania en la base aérea estadounidense de Ramstein, Alemania.
Esto implica que Ucrania apenas ha realizado progresos territoriales en Kursk a lo largo de la última semana, pero la operación puede tener resultados desproporcionadamente positivos, en particular para los intentos de Zelenski de convencer a los aliados para que refuercen su apoyo.
UCRANIA RECUPERA LA INICIATIVA
La operación en Kursk es parte del plan de victoria de su país, había indicado Zelenski ya con anterioridad, aunque las posibilidades de Ucrania dependen, en gran medida, del apoyo que recibe de sus aliados extranjeros.
Sin recursos para alcanzar la victoria por una vía puramente militar, Rusia trata de alentar el pesimismo en los aliados extranjeros de Ucrania, argumentó Mikola Bieliéskov en su análisis más reciente para el Instituto Nacional de Estudios Estratégicos.
La operación en Kursk ha conseguido debilitar considerablemente el intento de Moscú de presentar los limitados avances en Pokrovsk y en otros puntos de Donetsk como prueba de la inevitabilidad de su victoria final y de la futilidad de intentar resistir, dijo a EFE el experto en seguridad Oleksí Mélnik.
Según el analista del centro de estudios Razumkov, la ofensiva ha transformado la narrativa sobre la guerra dentro y fuera de Ucrania, tras meses de creciente pesimismo e incertidumbre.
Aunque no ha resuelto todos los problemas de Ucrania, ha otorgado a Zelenski una plataforma desde la cual intentar convencer a sus socios para que abandonen su miedo a sobrepasar las "líneas rojas" de Rusia, y convertir su abrumadora ventaja económica sobre Moscú en un incremento del apoyo militar a Ucrania.
PRESIÓN REDUCIDA EN OTROS PUNTOS
La operación ha ayudado también a mejorar la situación en otros puntos del frente.
Según Kiev, Rusia ya ha relocalizado decenas de miles de efectivos desde el frente dentro de Ucrania, lo que ha reducido su ventaja en algunos puntos.
De acuerdo con las informaciones más recientes, los avances rusos en el eje de Pokrovsk se han ralentizado, mientras que la brigada ucraniana "Azov" consiguió contraatacar de forma exitosa en Niu York, cerca de Toretsk, otro de los objetivos rusos.
Ucrania también podría aprovechar el traslado de fuerzas rusas para lanzar otra operación en otra zona del frente, apuntó Mélnik a EFE.
PERSPECTIVAS EN KURSK
Aunque es difícil predecir cuáles serán los próximos pasos de Ucrania en Kursk, el experto cree que será capaz de resistir la presión creciente de las fuerzas rusas gracias a las ventajas naturales del terreno.
Como consecuencia, Rusia tendrá que enviar todavía más efectivos a la zona y se verá obligada probablemente a retirar algunas unidades de Pokrovsk y Toretsk, escribió el analista Oleksandr Kovalenko para el Grupo Resistencia Informativa.
Además, Ucrania sigue aislando a las tropas rusas al sur del río Seim, en el distrito de Glushkovo.
Según Kovalenko, los ataques ucranianos han destruido más del 50% de la unidad rusa encargada de instalar puentes de pontones en el río, lo que implica que los soldados rusos en Glushkovo se enfrentan a una presión creciente y sólo podrían escapar a nado.
"Las fuerzas ucranianas en Kursk todavía están aportando muchos más beneficios que si se hubiesen empleado en otro lugar", enfatizó Kovalenko en declaraciones a EFE.