Víktor Yanukóvich reiteró que no renunciará a su cargo.
En las últimas horas, manifestantes tomaron el control en la ciudad de Kiev.
Yanukóvich insistió en hacer todo lo posible para evitar el derramamiento de sangre.
Víktor Yanukóvich, presidente de Ucrania, denunció que los últimos acontecimientos ocurridos en el país son un golpe de Estado y que no dimitirá a su cargo.
En una entrevista con el canal de televisión UBR, declaró que "los acontecimientos que vio nuestro país y todo el mundo son un ejemplo de golpe de Estado. Intentan amedrentarme para que presente voluntariamente mi dimisión. Pero no tengo intención de dimitir".
El presidente calificó los hechos de los últimos días como "una repetición del nazismo, cuando en los años 30 en Alemania y Austria los nazis llegaron al poder".
El mandatario abandonó Kiev y declaró que sigue haciendo todo lo posible "para que en el país no haya un derramamiento de sangre".
"Esta no es oposición, son unos bandidos. A la salida del Parlamento golpean, lanzan piedras e intimidan", agregó.
En las últimas horas, los manifestantes tomaron el control de la ciudad de Kiev, incluidos los accesos a los edificios de la Administración estatal.
Las fuerzas de seguridad se retiraron de los edificios oficiales, incluyendo la residencia presidencial de Mezhigorie, custodiada por la guardia privada y por las autodefensas del Maidán.
