El mando militar ruso declaró este domingo que las autoridades ucranianas han prohibido rendirse a sus militares sitiados en la planta siderúrgica Azovstal en la ciudad portuaria de Mariúpol, en el este de Ucrania, a los que Rusia ha prometido preservarles la vida si deponen las armas.
"Sin embargo, el régimen nacionalista de Kiev, según comunicaciones interceptadas, ha prohibido negociaciones de rendición y ordenado a los nazis de (el regimiento)'Azov' fusilar a los militares y mercenarios extranjeros que quieran rendirse", dijo el portavoz de Ministerio de Defensa de Rusia, Ígor Konashénkov.
En su parte matutino, Konashénkov indicó que, de acuerdo con las declaraciones de los militares ucranianos que se han entregado prisioneros, la agrupación sitiada en el territorio de Azovstal cuenta en su filas con "hasta 400 mercenarios extranjeros".
"La mayoría de ellos son ciudadanos de países europeos, y también de Canadá", añadió, para advertir de que "en caso de que continúen oponiendo resistencia todos serán aniquilados".
El portavoz castrense afirmó que desde el comienzo de la "operación militar especial" rusa han llegado a Ucrania "6.824 mercenarios extranjeros procedentes de 63 Estados".
"El grupo más numeroso vino desde Polonia: 1.717 personas. Cerca de 1.500 mercenarios llegaron de Estados Unidos, Canada y también de Rumanía. De Gran Bretaña y Georgia, 300 de cada uno de esos países", agregó
El militar ruso cifró en 193 los mercenarios provenientes de regiones sirias controlada por Turquía.
"Recuerdo, los mercenarios extranjeros no tienen estatus de combatientes según el derecho humanitario internacional. Han venido a Ucrania a ganar dinero matando a eslavos. Por eso lo mejor que les espera son sanciones penales y largos años de prisión", advirtió.