Rusia señaló haber matado a más de 50 oficiales ucranianos en un ataque con misiles de crucero Kalibr, perpetrado contra un centro de mando del Ejército ucraniano en la región de Dnipró, al este del país.
El ataque se produjo el sábado, cuando tenía lugar una reunión de la comandancia de la división operativa ucraniana Alexandría en la localidad de Shirókaya Dacha, explicó el general Ígor Konashénkov, vocero del Ministerio de Defensa.
En la reunión participaban generales y oficiales del Ejército ucraniano, en particular, de las unidades y tropas aerotransportadas que operan en las regiones sureñas de Zaporozhia y Mykolaiv, según el parte militar ruso.
Además, otro ataque con Kalibr destrozó en una fábrica en Mykolaiv una decena de cañones Howitzer de 155 milímetros, además de una veintena de blindados, entregados recientemente a Kiev por parte de EEUU.
La aviación rusa también habría destruido un convoy con otros 30 tanques y blindados en una estación de tren en Dnipró. Mientras, en la vecina región de Járkov, que limita con territorio ruso, un ataque con misiles Iskander devastó una fábrica de reparación de tanques.
El Ejército ruso también oprimió las posiciones ucranianas en la región de Donetsk, donde aniquiló a varios cientos de soldados ucranianos y mercenarios extranjeros, a lo que hay que sumar dos lanzaderas múltiples Grad.
A su vez, Konashénkov adelantó que las milicias prorrusas de Lugansk con el apoyo del Ejército ruso han tomado la localidad de Metiolkine, a las afueras de la ciudad de Severodonetsk, junto a Lisichansk el último gran bastión ucraniano en Lugansk.