El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, expuso este martes ante el Parlamento italiano, donde pidió mayores sanciones y presiones a Rusia y en su discurso advirtió que la guerra en su país es la puerta de Vladímir Putin "para entrar en Europa".
"Necesitamos otras sanciones y otras presiones para que Rusia no pueda abastecerse de reservas militares en Libia o Siria, y para que vuelva la paz", dijo Zelenski, apuntando a la duración de la invasión rusa que ya lleva 27 días.
El mandatario ucraniano también reparó que el objetivo de Rusia es "influir a Europa" y "destruir sus valores, su democracia y sus derechos humanos", antes de añadir que "Ucrania es la puerta para el Ejército ruso porque quieren entrar en Europa".
Zelenski comenzó su discurso hablando de la conversación que mantuvo esta mañana con el papa Francisco, a quien le dijo que "el pueblo se ha convertido en el Ejercito" de Ucrania para defender el país "del mal, la destrucción y el esparcimiento de sangre que está causando el enemigo".
También recordó que, según las cifras que manejan, van 117 niños asesinados y miles de heridos desde el inicio del guerra, a lo que se suman decenas de miles de familias sin hogar, cientos de miles a quienes han destruido sus casas y millones de personas que han tenido que dejar su hogar.
Manifestó que el ejército ruso ha minado las costas lo que "representa un peligro para todos los países cercanos" y enfatizó que gracias a la exportación de gas y petróleo se ha financiado la guerra durante los últimos diez años.
Zelenski subrayó que las consecuencias de la guerra se sienten en otras parte del mundo ya que Ucrania era un gran exportador de maíz, aceite, trigo, entre otros.
De esta forma pidió a Italia que cierre sus puertas a todos aquellos que hacen propaganda "y que elegían este país para sus vacaciones", que sigan embargando sus cuentas, yates, inmuebles y activos, y que "no se permita ninguna excepción a ningún banco ruso".
También agradeció la acogida de Italia a los más de 70.000 ucranianos que han llegado al país huyendo de la guerra, entre ellos 25.000 niños, y a los hospitales que se están haciendo cargo de los heridos.
