Las condiciones anticiclónicas favorecieron el aumento de contaminación atmosférica en las áreas urbanas de París, Lyon y Grenoble, donde las autoridades francesas competentes impusieron este lunes a los conductores una reducción de la velocidad máxima de circulación en diversas vías.
La prefectura de París prorrogó la disminución de los límites de velocidad en 20 kilómetros por hora que se aplicaba desde el pasado viernes, lo que significa reducirlo en autopista a 110 kilómetros por hora (en lugar de 130) o a 60 kilómetros por hora en la vía periférica que rodea la capital francesa.
El dispositivo de medidas adoptadas incluye también mayores controles técnicos de contaminación a autos, autobuses o camiones, así como la prohibición completa de pulverizaciones en el campo y de la quema de yerbas y residuos agrícolas.
El nivel de la calidad del aire, según el organismo encargado del control en la región de París, Airparif, era de 8 en una escala de 10, calificado de "malo" a causa de las partículas generadas, sobre todo por los motores diesel.
La alerta, que ya se había activado la semana pasada, debería prolongarse varios días, dado que la situación meteorológica estable, con cielos despejados y temperaturas elevadas en toda Francia, está previsto que se prolongue al menos hasta la segunda parte de la semana.
Buena parte de las ciudades del país tenían temperaturas máximas superiores a los 20 grados, con 21 en París (frente a los 12 de media en esta época del año), 23 en Toulouse o hasta 25 en Mont de Marsan.