Este domingo Francia se encamina a una de sus elecciones más imprevisibles y que pueden suponer un radical cambio no sólo para el país, sino para Europa y el mundo.
Con François Hollande como el primer presidente que no opta a ser reelegido desde la instauración de la V República, en 1958, son 11 los candidatos que se jugarán todo para estar por los próximos cinco años en el Palacio del Elíseo en París.
En esta carrera, ninguno de las dos mujeres y nueve hombres es un favorito exclusivo y la incertidumbre por el resultado -con cuatro nombres en un pañuelo-, enfrenta también a los institutos demoscópicos a un desafío sobre su fiabilidad, tras fracasos como el triunfo de Donald Trump o del "brexit".
Sin embargo, en los últimos sondeos, el socioliberal Emmanuel Macron, la ultraderechista Marine Le Pen, el conservador François Fillon y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon parten con opciones de clasificarse para la segunda vuelta del 7 de mayo próximo.
Pero antes de que millones de franceses de vuelquen a las urnas, ¿quiénes son y qué defienden los principales candidatos?
Macron, hace solo un año, era un semidesconocido ministro. (Foto: EFE)
El joven Emmanuel Macron
El joven Emmanuel Macron, un ex ministro de Economía socioliberal de 39 años, se ha convertido en uno de los favoritos para presidir Francia, según los sondeos.
Hace solo un año era todavía un semidesconocido que apenas había logrado sacar adelante una tímida ley liberalizadora; pero si algo buscó desde su entrada en el gobierno socialista en agosto de 2014, fue hacerse una voz propia.
Así, discrepó en asuntos como la reforma constitucional que impulsó el presidente Hollande para retirar la nacionalidad francesa a condenados por terrorismo, y su continua búsqueda de un perfil diferenciado -a la derecha del Partido Socialista, pero con tintes sociales que lo alejan de los conservadores-, convirtió a Macron en un liberal.
Avezado músico y lector de filosofía, su ubicuidad en los medios franceses se amplió al "papel couché" por la peculiar historia de amor que le une con su esposa, Brigitte Trogneux: antigua profesora suya, 24 años mayor.
Su irrupción se asemeja a la de un anticuerpo generado por el sistema como vacuna contra el peligro existencial que se cierne sobre él: la ultraderechista Marine Le Pen.
Le Pen arremete contra la inmigración esgrimiendo la inseguridad. (Foto: EFE)
La ultraderechista y nacionalista Marine Le Pen
Marine Le Pen (48 años) ha pasado los últimos años lavando la cara del ultraderechista Frente Nacional que heredó de su padre, Jean-Marie, para convertirse en el rostro amable de un movimiento que no ha dejado de ascender electoralmente.
En su segunda campaña presidencial, esta convencida "eurófoba" está cerca de recolectar los frutos de esa catarsis si, como le auguran las encuestas, alcanza la segunda vuelta de las elecciones.
Ha conseguido que su partido logre gran adhesión, un electorado fiel que le perdona incluso las acusaciones de financiamiento ilegal por los que ya ha sido sancionada en el Parlamento Europeo, pero no ha logrado evitar que genere también mucho rechazo en otra parte de la sociedad.
Evita aludir la Segunda Guerra Mundial que tantos quebraderos de cabeza costaron a su padre y a ella misma en esta campaña y arremete contra la inmigración esgrimiendo la inseguridad, la preferencia francesa y el patriotismo económico, tras comprobar que le funcionó a Trump en Estados Unidos.
Si no gana, es previsible que Fillon enfrente a la Justicia. (Foto: EFE)
François Fillon, conservador caído en desgracia
El conservador (centro-derecha) ex primer ministro François Fillon (63 años) era el principal favorito para ganar las elecciones, hasta que estalló el escándalo al conocerse que su esposa había estado cobrando un sueldo parlamentario sin hacer un trabajo efectivo y fue imputado judicialmente.
Si es elegido presidente, gozará de inmunidad durante al menos cinco años, pero si no, es previsible que deba rendir cuentas ante la justicia por malversación de fondos públicos, entre otros delitos.
De su trabajo gubernamental, queda su apuesta por el rigor presupuestario o la reforma de las pensiones -retrasó la edad mínima de jubilación de 60 a 62 años-, pero ahora pretende ir más lejos en su programa liberalizador, con la supresión de medio millón de puestos de funcionarios y eliminar el tótem socialista de la jornada laboral de 35 horas.
Mélenchon se define como resistente "antisistema" (Foto: EFE)
Jean-Luc Mélenchon, carismático izquierdista radical
Cuando en 2008 Jean-Luc Mélenchon (65 años) cerró de un portazo 30 años de militancia en el Partido Socialista (PS) nadie imaginó que el histriónico senador que azotaba con su conciencia progresista la vida del partido se convertiría en una figura esencial de la izquierda gala.
Como Syriza en Grecia o Podemos en España, Mélenchon representa la corriente más radical de la izquierda, y su segunda campaña presidencial ha comprobado que, desprovisto del lastre de todo aparato, tiene un gran arrastre electoral.
Sus libros políticos se sitúan en cabeza de ventas, su blog y canal de Youtube reciben miles de visitas y sus mítines cuentan con gran popularidad, y sus detractores aseguran que su figura esconde un programa antieuropeo, proteccionista y neocomunista, junto a una alianza bolivariana que le acerca a Putin o al Asad.
Pese a que acumula casi 40 años en política, Mélenchon se define como resistente "antisistema", reivindica sus orígenes obreros y, si antes se dirigía a la izquierda, hoy asegura buscar a todo el país para acabar "la monarquía republicana" e instaurar un sistema parlamentario más representativo.