El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, presidió este miércoles el último Consejo de Ministros antes de ceder el mando a François Hollande.
"No tenemos derecho a la amargura", afirmó Sarkozy durante la reunión, según relató al término de la misma la portavoz del Ejecutivo, Valérie Pécresse.
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| El futuro político de Sarkozy es una incógnita. El ha expresado su intención de abandonar la actividad. (Foto: EFE) |
El jefe del Estado dijo a sus ministros que hay que estar "agradecido a los franceses por estos cinco años maravillosos, difíciles en el plano político, económico y social, pero ricos en encuentros".
Pécresse dijo que Sarkozy no se refirió a su futuro y se limitó a explicar que pensaba "recuperar el tiempo perdido con su familia", una recomendación que hizo extensible a sus ministros.
También les mostró su disposición a ayudarlos si fuera necesario, aunque la vocera no precisó si se refería al plano personal o al político.
"Sarkozy debe a los 17 millones de franceses que lo han votado no abandonar a su familia política. Creo que la ayudará con todas sus fuerzas", dijo Pécresse.
Agregó que el primer ministro, François Fillon, presentará mañana su dimisión al igual que el resto del Gobierno y que, hasta el traspaso de poderes del próximo martes, se limitarán a gestionar los asuntos corrientes.
El próximo martes está previsto que Hollande, ganador de las elecciones presidenciales del pasado domingo, tome posesión de su cargo y forme su primer Ejecutivo, que celebrará enseguida el primer Consejo de Ministros.