El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, aseguró este viernes que sería "una locura" reducir el porcentaje de energía nuclear que consume Francia, como proponen socialistas y ecologistas, porque ello incrementaría los precios de la electricidad y obligaría a muchas empresas galas a expatriarse.
"No se trata sólo de proponer una simple reflexión sobre la diversificación de nuestra energía nuclear, sino de preparar, pura y simplemente, la salida de Francia de la energética nuclear", declaró Sarkozy durante una visita a una planta de enriquecimiento de uranio de la empresa Areva en Pierrelatte.
En tanto, el candidato socialista al palacio del Elíseo, François Hollande, llegó a un acuerdo con el partido ecologista EELV, liderado por Eva Joly, para reducir del 74 por ciento al 50 por ciento la parte de energía nuclear que consume Francia, en caso de victoria en las presidenciales, y apostar por un modelo energético más heterogéneo.
"No tenemos derecho a romper un consenso político de sesenta y cinco años con el riesgo de destruir empleos en la industria francesa. Es una locura", subrayó el jefe del estado.
El acuerdo entre socialistas y ecologistas acarrearía un aumento del precio que pagan las empresas por la energía, por lo que podría producirse un "movimiento masivo de deslocalización" industrial, explicó Sarkozy ante los trabajadores de una fábrica de aislante térmico, actividad de alto consumo eléctrico.
Actualmente, Francia posee 58 reactores nucleares, lo que le permite producir el 75 por ciento de su electricidad gracias a la energía atómica.