Un niño fue abandonado por su mamá y tuvo que vivir solo entre los 9 y los 11 años en un departamento de la localidad de Nersac, en Francia, una grave negligencia que afrontó sin dejar de ir al colegio y con un destacado rendimiento escolar.
Según reveló el diario local Charente Libre, este dramático caso, registrado al sur de Angulema entre 2020 y 2022, se dio cuando la madre del menor, de 39 años, se mudó con su pareja a cinco kilómetros del hogar y lo dejó solo y a su suerte: sin electricidad, calefacción ni agua caliente, además de escaso alimento.
Pese a este escenario, el niño no dejó de ir a clases, siempre aseado, haciendo sus deberes y sacando buenas notas, de modo que no levantó sospechas sobre la triste situación que afrontaba al volver a su hogar vacío.
"Era sonriente, muy buen estudiante, siempre limpio, educado. Ninguna señal indicaba que hubiera sido abandonado", comentó Barbara Couturier, alcaldesa de Nersac.
Las diligencias revelaron que el pequeño tuvo que superar noches de invierno sin calefacción ni electricidad, por lo que debía envolverse en gruesas mantas para afrontar los meses de invierno.
Mientras su alimentación se basaba en tomates que sacaba del huerto de una vecina, además de galletas y comida enlatada, la que de vez en cuando le llevaba su madre.
Aunque negó la negligencia con su hijo, la investigación demostró que en el departamento no había nada de su ropa, el refrigerador estaba vacío y que no existía ningún indicio que probara que un adulto vivía allí.
Finalmente, por el delito de negligencia hacia un menor y poner en compromiso su seguridad, la mujer fue condenada a 18 meses de prisión, de los cuales doce quedaron en suspenso y sólo deberá cumplir seis con un régimen de tobillera electrónica, reportan medios locales.
