Nueva Caledonia rechaza independizarse de Francia
Los ciudadanos votaron con un 53,2 por ciento a favor de que el archipiélago, situado en el Pacífico Sur, continúe en la República Francesa.
Los ciudadanos votaron con un 53,2 por ciento a favor de que el archipiélago, situado en el Pacífico Sur, continúe en la República Francesa.
Los neocaledonios votaron este domingo con un 53,2 por ciento a favor de que el archipiélago, situado en el Pacífico Sur, continúe en la República Francesa, pero el voto entre independentistas y lealistas se estrechó aún más que en el primer referendo de 2018.
Si el resultado de 2018 parecía justo, éste reduce aún más su diferencia con el voto independentista, que sube hasta el 46,7 por ciento frente al 43,3 por ciento de hace dos años, un resultado que hace que el tercer referéndum sea casi ineludible.
"Como jefe del estado, acojo estos resultados con un profundo sentimiento de reconocimiento, esta señal de confianza en la República, pero también con humildad. Escucho la voz de quienes animan la voluntad de independencia", dijo el presidente, Emmanuel Macron, en un discurso a la nación tras conocer los resultados definitivos.
Macron resaltó la necesidad de mirar hacia el futuro, que pasa por la última etapa del Acuerdo de Numea, que contempla un tercer referéndum si así lo solicita un tercio de los miembros del Congreso (18 miembros), lo que no parece difícil teniendo en cuenta el ajustado resultado y que al menos 26 de sus miembros son independentistas.
Pero el futuro es también "la preparación de la salida de los Acuerdos, que intervendrá de aquí a 2022".
Más de 180 mil electores estaban convocados a las urnas en este archipiélago, colonizado en 1853, con una estratégica situación en el Pacífico Sur e importantes reservas de níquel, para responder a la pregunta: ¿Quiere que Nueva Caledonia acceda a la plena soberanía y alcance la independencia?.
Tras un resultado más ajustado de lo que preveían los sondeos en 2018, el ambiente en estos últimos dos años ha sido más tenso por la radicalización de las opiniones y que marca una clara división entre los Kanak, ciudadanos autóctonos de las islas, mayoritariamente a favor de la independencia, y los de ascendencia europea, en contra.
"No estoy satisfecho de las tendencias que vemos esta noche que ponen en evidencia de nuevo la división profunda que separa la sociedad caledonia sobre esta cuestión fundamental de la independencia", dijo el presidente del gobierno local, Thierry Santa, miembro de la derecha lealista, en declaraciones a la prensa gala.
En paralelo, los independentistas se felicitaron de la elevada participación, que subió cerca de 5 puntos frente a la de 2018, convencida de que en el tercer referendo ganará el voto a la separación.
La alta participación provocó largas colas ante los colegios electorales, con esperas de más de dos horas en algunos casos, según mostraron las imágenes de medios locales.
Este referéndum se inscribe en el proceso de descolonización iniciado en 1988 por los acuerdos de Matignon tras varios años de violencia que llevaron al archipiélago al borde de la guerra civil, entre ellos una toma de rehenes que culminó con 25 muertos aquel año.
Una década más tarde, el Acuerdo de Numea consolidó el proceso de paz e introdujo un cierto reequilibrio al ceder ciertas competencias desde París a Numea, la capital de Nueva Caledonia, así como una división más justa del poder con los Kanaks.
Macron asumió hoy que en estos dos años tocará trabajar con las dos hipótesis, una permanencia o no de Nueva Caledonia en Francia, y conocer cuáles serían las consecuencias concretas de todos los escenarios.
"El Estado, sin retirarse de la imparcialidad estipulada en los Acuerdos de Matignon, se comprometerá en ese sentido. Desde hace 30 años, recorremos juntos un camino inédito, miramos de frente nuestra historia en Nueva Caledonia que es una historia colonial, y buscamos superarla para que esto no nos encierre", añadió el presidente galo.