El jefe de Gobierno francés pretende solucionar, mediante está reunión, la crisis surgida los estudiantes y sindicatos por el contrato de trabajo que afecta a jóvenes de 26 años.
El primer ministro francés, Dominique de Villepin, comenzó este viernes su ronda de contactos con los agentes sociales para hablar del nuevo contrato para jóvenes (CPE), cuya retirada exigen los sindicatos y los gremios estudiantiles.
Tras la cita con los representantes de las cinco confederaciones sindicales, que comenzó poco después de las 14:30 locales (13.30
GMT), le tocará el turno a los de las tres patronales y al sindicato autónomo UNSA.
Las cinco confederaciones sindicales han ido al encuentro con Villepin únicamente para reiterarle su exigencia de que retire el Contrato de Primer Empleo (CPE), que permite despedir a los menores de 26 años sin necesidad de justificarlo durante los dos años del periodo de prueba.
Las confederaciones también reafirmarán al primer ministro su "llamamiento a una jornada de acción interprofesional" el próximo día 28, con manifestaciones y huelgas que se perfilan muy seguidas.
Antes de esta cita las confederaciones se reunieron con cuatro organizaciones de estudiantes y tres sindicatos más, embarcados, junto a ellas, en la lucha contra el CPE desde hace dos meses.
Tras esa intersindical, las doce organizaciones pidieron ser recibidas por Villepin en bloque, pero el primer ministro rechazó esa demanda y mantuvo la agenda prevista, en la cual los representantes de los estudiantes están citados el próximo lunes.
Las cuatro organizaciones de universitarios y estudiantes de secundaria más importantes anunciaron este viernes que no irán a la reunión a la que les había invitado esta tarde el ministro de Educación, Gilles de Robian, ya que consideran que no es el interlocutor adecuado para hablar con ellos del CPE.
En representación del Gobierno francés asisten, además de Villepin, los ministros de Cohesión Social (Jean-Louis Borloo) y de Empleo (Gérard Larcher).
Poco antes del inicio de la ronda de conversaciones de Villepin, el presidente Jacques Chirac desde Bruselas, reiteraba su oposición a la retirada de una ley aprobada por el Parlamento, como reclaman los sindicatos, los estudiantes y la oposición de izquierda.
Expresó su "plena confianza" en el Gobierno y en que los sindicatos participen en el diálogo de forma "responsable y razonable".
Tras el Consejo Europeo, Chirac dijo que la violencia con la que se saldaron el viernes varias manifestaciones de estudiantes contra el CPE es "totalmente inaceptable e intolerable", y advirtió que se castigará a los "vándalos" con "toda la severidad".
En total, 630 presuntos alborotadores fueron detenidos y hubo varios heridos, uno de ellos de gravedad. (EFE)
