La mujer, de 44 años, padecía una depresión y tenía problemas con sus alumnos.
El ministro de Educación galo dijo que se investigará el hecho para aclarar sus causas.
Una profesora francesa murió este viernes producto de las quemaduras que sufrió tras haberse prendido fuego a lo bonzo en la escuela en la que trabajaba.
El incidente, según la emisora France Info, se produjo el jueves en el Liceo Jean-Moulin de la ciudad Béziers, en el sureste de Francia cerca de Montpellier, lugar donde la maestra trabajaba hace diez años.
Testigos relataron que la mujer, una profesora de matemáticas de 44 años, llegó con un bidón de gasolina al recinto, se dirigió hasta el centro del patio y comenzó a gritar antes de rociarse y prenderse fuego.
El periódico Midi Libre precisó que la mujer se echó la gasolina encima tranquilamente y gritó delante de sus alumnos: "¡Es por ustedes! y "Déjenme en paz, no necesito ayuda".
El incidente ocurrió en el Liceo Jean-Moulin de la ciudad de Béziers.
La prensa local ha revelado que la docente sufría una depresión nerviosa y había tenido conflictos con varios alumnos que la consideraban muy severa y no estaban de acuerdo con sus métodos. De hecho, esta semana había sido llamada a dar explicaciones por parte de sus superiores en una reunión que fue "bastante agitada".
Además, según la emisora RTL había perdido el año pasado a un sobrino al que consideraba casi un hijo.
"Este momento es para el recogimiento y la emoción, Más adelante, la investigación esclarecerá la situación y dirá qué la pudo llevar a una acción desesperada como ésta", dijo el ministro de Educación, Luc Chatel, que la visitó el jueves en el Hospital Universitario de Montpellier, donde falleció hoy.
Esta no es la primera vez que ocurren este tipo de sucesos en Francia. En el mes de enero, según France Info, un alumno de 16 años, cuyos padres estaban en vías de separación, intentó suicidarse en un liceo privado de Marsella encerrándose en los baños y rociándose con un líquido inflamable.
Asimismo, en noviembre del año pasado otro alumno de 18 años quiso inmolarse en el patio de un instituto de Burdeos prendiéndose fuego después de haberse echado acetona encima.
