La presidencia francesa tachó este miércoles de "inaceptables" las supuestas escuchas de Estados Unidos a los tres últimos presidentes galos y aseguró que no tolerará "ningún acto que cuestione su seguridad y la protección de sus intereses".
La reacción se produjo al término del consejo de defensa convocado por el presidente, François Hollande, para analizar la información revelada anoche por "Libération" y "Médiapart", según la cual la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA) espió entre 2006 y 2012 a Jacques Chirac, Nicolas Sarkozy y Hollande.
Las escuchas de la NSA en ese período son "hechos inaceptables que ya abordaron Estados Unidos y Francia, principalmente a finales de 2013, en el momento de las primeras revelaciones" y durante la visita de Hollande a ese país en febrero de 2014, señaló su comunicado.
La presidencia francesa subrayó que las autoridades estadounidenses se comprometieron en el pasado a poner fin a las escuchas indiscriminadas a los países aliados, y según Francia esos compromisos "deben ser recordados y estrictamente respetados".
Esta mañana, el portavoz gubernamental y ministro de Agricultura, Stéphane Le Foll, ya había asegurado en la cadena "i-Télé" que esas escuchas no eran "ni aceptables ni comprensibles" entre dos países que a menudo actúan juntos "en nombre de la democracia y de la libertad".
Le Foll destacó que tanto Francia como Estados Unidos son "grandes naciones con responsabilidades en el mundo" que requieren "estar a la altura", y avanzó que el consejo de defensa tenía como objetivo "poner sobre la mesa" esas informaciones con el objetivo de analizarlas y, eventualmente, pedir explicaciones.
A ese consejo se añade una reunión entre Hollande y una veintena de parlamentarios, incluidos los representantes del Senado y de la Asamblea Nacional, para examinar también la situación y la reacción al respecto.