El presunto romance entre François Hollande y Julie Gayet comenzó en 2011, cuando el presidente de Francia era candidato, afirmó este viernes la revista Closer, a una semana de develar el escándalo que tiene en una compleja posición al líder galo.
El medio dice que Hollande y Gayet se conocieron en 2011 y desde entonces se han estado viendo en diferentes lugares.
Después de las elecciones presidenciales, en mayo de 2012, utilizaron un local junto a las oficinas de la sociedad de producción de la artista, en el Faubourg Saint Honoré de París.
Ambos renunciaron a esa dirección tras percatarse de que la portera había intentado fotografiarlos, por lo que fueron en varias ocasiones al domicilio de ella, también en la capital francesa.
En junio de 2013, encontraron un apartamento en la calle du Cirque, en el mismo distrito en que está ubicado el Palacio del Elíseo, y donde se realizaron las fotografías que utilizó Closer para dar a conocer la historia el viernes de la semana pasada.
La revista señaló que Hollande renunció el pasado verano a un fin de semana en Grecia, donde estaba la que ha sido su pareja oficial, Valérie Trierweiler, para desplazarse a su feudo electoral de Tulle (centro de Francia), donde coincidió de nuevo con Julie Gayet.
La actriz y el presidente, que fue presentado a su abuela y a una parte de la familia de Gayet, pasaron juntos las noches de los dos últimos días del pasado año y de los dos primeros de 2014 en el apartamento de la calle du Cirque, y de entonces vienen las fotos que han traído a la luz pública este asunto.
La propia revista reconoció ayer haber recibido una denuncia en la que la intérprete reclama 54.000 euros (39 millones de pesos chilenos) por atentar contra su intimidad.
Gayet exige que se le compense con 50.000 euros por daños y perjuicios, más 4.000 euros por las costas del proceso, así como una publicación judicial a media página en la portada de la revista.
El día 10, cuando se publicaron esas imágenes, Trierweiler pidió explicaciones en el despacho en el Elíseo a Hollande, que reconoció su romance, según la revista.
Pocas horas después, la primera dama de Francia ingresó en el hospital de la Pitié Salpetrière de París, en donde sigue hasta ahora.
El jefe del Estado, aunque condenó también a la publicación de palabra, dijo que no la demandaría teniendo en cuenta su estatuto, que le otorga inmunidad.