Un grupo de 220 médicos holandeses publicó este viernes un manifiesto en el que subrayan su "repulsa moral" hacia la eutanasia para personas con enfermedades mentales avanzadas pues son "seres humanos indefensos".
"Nuestra repulsa moral a acabar con la vida de un ser humano indefenso es demasiado grande", aseguraron los firmantes, muchos especializados en suicidio asistido.
Estos doctores consideran que no se puede "ayudar a morir" a un paciente que ya no puede confirmar su declaración o voluntad de morir y abogan por retomar el diálogo sobre la eutanasia en personas con enfermedad mental severa, así como regular las situaciones en la que aquella se puede autorizar.
Los firmantes pidieron una investigación en profundidad de esos casos de eutanasia concedidos hasta ahora para averiguar si fueron manejados con los cuidados necesarios y de acuerdo con las reglas.
Los médicos mostraron su preocupación por "la inexistente frontera" para determinar si una persona está "muerta en vida" o hay esperanza de superar la enfermedad.
El marco legal de la eutanasia para personas de edad avanzada con alguna demencia fue modificado en Holanda en diciembre de 2015.
El Ministerio de Salud Pública holandés cambió las directrices, legalizando la eutanasia para pacientes que, a pesar de no estar en ese momento en el total uso de sus facultades, firmaron con anterioridad una autorización pidiendo el suicidio asistido en caso de enfermedad mental.
El caso que levantó la polémica
El pasado mes, un informe del Comité de la Eutanasia advirtió que un médico holandés había inyectado la dosis letal a una anciana con alzheimer sin que la paciente lo hubiera autorizado o solicitado por escrito.
El caso levantó polémica en los Países Bajos, especialmente porque la anciana había sido sedada tras intentar impedir que el doctor le inyectara la dosis, lo cual fue interpretado por el Comité como un rechazo al suicidio asistido por parte de la paciente.
Un total de 5.516 personas solicitaron y recibieron la muerte asistida en Holanda en 2015, 56 de las cuales padecían trastornos psiquiátricos que les producían un "sufrimiento inaguantable", según los datos presentados en 2016 en congreso internacional sobre la eutanasia en Amsterdam.