La operación para rescatar a 41 obreros que quedaron atrapados hace 11 días en un túnel en construcción en el norte de la India avanza con éxito este miércoles después de que las autoridades informaran que habían logrado perforar más de la mitad de la capa de escombros que los separa.
"Puedo decir que todo va bien. Hemos llegado hasta los 39 (metros) y esperamos que todo esté bien. Hablé con ellos, todos están de muy buen humor, hay un ambiente de trabajo positivo, esperamos poder lograrlo", dijo a los medios el oficial de servicio especial para el proyecto del túnel, Bhaskar Khulbe.
Las autoridades estiman en unos 60 metros el grosor del manto de escombros que dejó atrapados a los obreros la madrugada del 12 de octubre en el túnel en construcción de Silkyara, en el estado norteño de Uttarakhand, después de que uno de sus tramos se derrumbase.
Los rescatistas permanecen en contacto con los obreros desde el mismo día del derrumbe mediante un walkie-talkie, y les proporcionan alimentos y oxígeno gracias a una estrecha tubería que ya estaba presente antes del accidente.
El objetivo es abrir una cavidad en la gruesa pared de escombros lo suficientemente amplia para insertar en ella un larga tubería de casi un metro de diámetro por la que puedan escapar los trabajadores.
Para ello, los operarios han empleado varias tuneladoras, que han sufrido una serie de dificultades técnicas y averías que retrasaron el rescate.
Esta demora llevó a las autoridades a diseñar planes alternativos, entre ellos la excavación de un túnel vertical hasta la cavidad en la que se encuentran los obreros.
DESARROLLO DEL OPERATIVO
El jefe de gobierno de Uttarakhand, Pushkar Singh, afirmó este miércoles en la red social X que había informado de los desarrollos del operativo al primer ministro indio, Narendra Modi, durante una conversación telefónica que mantuvieron hoy.
Los incendios, derrumbes y otros accidentes similares son frecuentes en la India, a menudo debido al precario estado de las infraestructuras y a la falta de mantenimiento, factores alimentados por la corrupción y prácticas ilegales.
Al menos 1.630 personas fallecieron en 2021 a causa del colapso de estructuras, según el último informe anual sobre muertes accidentales y suicidios en la India.