El suceso se produjo cuando cientos de refugiados se encontraban a la espera de tickets para solicitar comida y ayuda, los que serían entregados por las autoridades.
Una estampida ocurrida la mañana de este domingo en el sur de la India causó la muerte de 42 personas y heridas a casi medio centenar, según informaron fuentes policiales.
El incidente tuvo lugar en un campamento de Madrás, capital del estado de Tamil Nadu, donde se refugiaban unas 4.000 personas que habían perdido sus viviendas o habían sido evacuadas por las inundaciones ocurridas en la zona.
La estampida se produjo cuando cientos de los refugiados se habían congregado en el complejo de la escuela gubernamental donde se aloja el campamento, para recibir los tickets que les permitiría solicitar comida y otros materiales de socorro y que iban a ser repartidas por las autoridades durante la mañana.
Según informó la jefa del Gobierno de Tamil Nadu, S. Jayalalitha, sobre las 05:00 hora local (23:30 del sábado GMT), empezó a llover de repente y la multitud rompió las barreras policiales para intentar refugiarse dentro del edificio, lo que causó la estampida.
Los heridos fueron trasladados a hospitales locales.
El Gobierno estatal ordenó una investigación del suceso mientras anunció compensaciones financieras para las familias de las víctimas.
El presidente de la India, A.P.J. Abdul Kalam, expresó sus condolencias por la pérdida de vidas y comunicó su profunda preocupación sobre el incidente, según dijo un vocero del Rashtrapati Bhawan.
Este suceso es el segundo de este tipo registrado en Madrás desde el pasado 6 de noviembre, cuando seis mujeres fallecieran y diez personas resultaran heridas cerca de un campamento de refugiados en el norte de la ciudad, mientras las autoridades repartían arroz y ropa a los afectados por las inundaciones.
Alrededor de 500.000 personas han tenido que abandonar sus casas y ser acogidas en refugios públicos Madrás y sus alrededores, donde el Ejército colabora en las tareas de rescate ya que tres cuartas partes de la ciudad se encuentran inundadas tras el desbordamiento de los ríos Adayar y Cooum por las lluvias de los últimos días.
Muchas zonas de la ciudad están sin electricidad, teléfono y suministro de agua potable y los precios de los alimentos han empezado a subir debido a la escasez. (EFE)
