Varias protestas se desataron este lunes en la Cachemira india contra un hombre acusado de la violación de una niña de tres años en el noroeste de la región.
Se trata de la misma región donde el año pasado la violación en grupo y posterior muerte de una niña de ocho años provocó también manifestaciones y la indignación general.
Las protestas estuvieron protagonizadas por cientos de personas que tomaron las calles en zonas del centro y el norte de Cachemira para pedir un castigo severo por el suceso, que ocurrió presuntamente el pasado 8 de mayo en el distrito de Bandipora.
Según declararon a EFE vecinos que conocen al acusado, éste es un mecánico de 20 años que vive cerca de la familia de la pequeña y detallaron que atacó a la niña en un baño de una escuela próxima.
La niña fue ingresada en un hospital poco después del ataque en una condición delicada, y actualmente se encuentra estable y fuera de peligro, confirmó a EFE otra fuente policial.
Además del castigo al supuesto violador, los manifestantes pidieron acciones legales contra el director de una escuela que trató de proteger al acusado emitiendo un certificado que le declaraba como menor.
Estudiantes de varias universidades y escuelas secundarias en el norte de Cachemira también realizaron protestas para expresar su indignación contra la violación.
Tiendas y establecimientos comerciales cerraron sus puertas en Srinagar, la capital de verano de la Cachemira india, y algunos manifestantes resultaron levemente heridos después de que las fuerzas de seguridad trataran de contener las manifestaciones.
La Cachemira india vivió también el año pasado numerosas protestas, que se extendieron luego a todo el país, después de que se conociera que en la región ocho hombres habían supuestamente asesinado a una niña de ocho años de una familia de pastores nómadas tras violarla durante varios días.
El Gobierno indio reaccionó entonces endureciendo las penas en respuesta a la indignación de la población por esa salvaje violación y asesinato.
Según cifras del Gobierno indio, hay más de 100.000 causas por violación pendientes de resolución en la Justicia de este país de más de 1.200 millones de habitantes.