El congreso iraquí dio su visto bueno al gabinete del primer ministro Nuri Al Maliki, discusión que se produjo horas después de dos atentados mortales.
El parlamento iraquí dio su visto bueno al gabinete del nuevo primer ministro Nuri Al Maliki, a pesar de que quedaron vacantes los cargos al frente de Interior y Defensa, determinación que fue precedida por dos atentados que dejaron 31 muertos.
La primera explosión -que ocasionó 19 muertos- se produjo a las 06:45 hora local (02.45 GMT) en un barrio obrero, en las proximidades de una parada de autobuses. Según informó la Policía, la bomba fue abandonada en un área donde los obreros se aglutinan para acudir al trabajo.
Poco después, un auto bomba conducido por un kamikaze mató al menos a cinco policías e hirió a otras 12 personas resultaron heridas en un puesto de control en la ciudad de Qaim, 250 kilómetros al oeste de Bagdad.
Este atentado se producía pocas horas antes de que el nuevo gobierno iraquí, encabezado por el recientemente elegido primer ministro Nuri Al Maliki, se presentara ante el Parlamento para recibir la confianza de la cámara, después de cinco meses de arduas negociaciones.
El acto no estuvo exento de controversia ya que el nuevo primer ministro presentó un gabinete incompleto, de 36 miembros y no 38. Falta por concretar dos nombramientos clave, el del titular de Interior y de Defensa. Estos cargos, según el diputado chií Abbas al-Bayati, serán ocupados de forma interina durante una semana por Maliki y el futuro vice primer ministro suní Salam al-Zobaïe.
Las polémicas carteras seguirán vacantes mientras continúan las negociaciones para encontrar a alguien que las ocupe. Este primer gobierno permanente en la era post-Sadam Husein estará compuesto por 38 ministros, entre ellos cuatro mujeres.
El sunita Frente del Consenso Iraquí (FCI), la tercera fuerza parlamentaria, anunció el rechazo de este gobierno por considerar que el primer ministro ha fracasado en el nombramiento de los ministerios más importantes y se retiró de la sala. (Agencias)
