En las imágenes, difundidas por The Guardian se ve a soldados insultando y amenazando a los presos.
La grabación se presentó como prueba ante un tribunal inglés, que decidirá si abrir una investigación.
El diario inglés The Guardian difundió este viernes un video que muestra "el sistemático y brutal" maltrato contra presos iraquíes sometidos a interrogatorios en un centro militar secreto, dependiente del Equipo Conjunto de las Fuerzas Conjuntas británicas (JFIT, en sus siglas en inglés) en las proximidades de la ciudad iraquí de Basora.
La grabación corresponde a uno de los dos videos que se presentaron hoy en un tribunal británico encargado de investigar los malos tratos ocurridos en el Irak ocupado; presentación que fue realizada por los propios abogados de un grupo de 200 antiguos prisioneros.
En el video se ve a un supuesto insurgente iraquí rodeado de dos soldados británicos que le gritan, lo insultan y amenazan con ejecutarlo, mientras el preso se queja de que no lo han dejado dormir ni le han dado nada de comer o beber durante dos días.
Al final de cada interrogatorio, lo obligan a ponerse unos lentes negros, le colocan orejeras y se le ordena que junte las palmas de las manos para que un guardia pueda llevársele tirando de los pulgares.
Según The Guardian, existen más de 1.200 grabaciones de ese tipo realizadas durante los interrogatorios, exhibiendo prácticas expresamente prohibidas por las convenciones de Ginebra.
El mencionado tribunal londinense deberá decidir si procede a una investigación pública de lo sucedido. Las denuncias de malos tratos van desde privaciones sensoriales -de sueño y de comida- hasta amenazas de ejecución, incluyendo largas golpizas y sesiones de electroshock, hasta obligación de permanecer de rodillas durante hasta treinta horas seguidas.
Otros reclusos denunciaron haber sufrido humillación sexual por mujeres soldados, mientras que otros se quejan de haber permanecido encerrados durante varios días en celdas de un metro cuadrado.
La revelación de estas pruebas de torturas y maltrato de prisioneros se produce semanas después de que fuentes del Ministerio de Defensa reconocieran que soldados británicos son sospechosos de homicidios y asesinatos de civiles iraquíes.
