De acuerdo a lo expresado por el fiscal general del caso Duyail, Barzan al Tikriti no dejó testamento pues sentenció que no tenía nada que legar a sus herederos.
El hermanastro de Sadam Husein, Barzán al Tikriti, se quejó antes de ser ejecutado la madrugada de este lunes de que el juez no le había dado la oportunidad de defenderse, según el fiscal general que estaba presente en la ejecución, Yafar al Musawi.
En declaraciones a la radio iraquí Al Ahd, Al Musawi, fiscal general en el caso Duyail, indicó que Al Tikriti no dejó ningún testamento antes de ser ejecutado en la horca.
"No tengo nada que legar a mis herederos", afirmó Tikriti a Al Musawi antes de morir.
Al Musawi relató también que se vio sorprendido al ver que la cabeza de Barzán al Tikriti se desprendía completamente del cuerpo.
"Me quedé sorprendido al ver la cabeza de Al Tikriti, dentro de la capucha negra, en un lado, y el cuerpo en otro", comentó el fiscal general, quien añadió que pidió a los responsables investigar el suceso.
El fiscal general confirmó que los cadáveres del hermanastro de Sadam Husein y de Awad Al Bandar, ex jefe del tribunal revolucionario iraquí, también ejecutado la pasada madrugada, serán entregados a las familias de ambos a través de varios intermediarios, entre ellos el gobernador de la provincia de Salahedín y los jefes de los clanes de Al Tikriti y Al Bandar.
Los dos ex colaboradores fueron condenados el pasado 5 de noviembre a morir en la horca por la muerte de 148 chiítas en la aldea de Duyail, al norte de Bagdad, tras un juicio sumarísimo después de un intento de asesinato a Sadam en 1982. (EFE)
