Algunos manifestantes, de mayoría chiita, celebraron el resultado del juicio quemando fotos del ex presidente, mientras sus seguidores iniciaron actos de violencia para demostrar su descontento.
Miles de iraquíes salieron a las calles de las distintas ciudades del país, algunos para celebrar y otros para protestar por la pena de muerte anunciada este domingo contra Sadam Husein.
En el sur de Irak, de mayoría chiita, los habitantes de las ciudades de Samawa, Nasiriya, Amara, Diwaniya, Nayaf, Hila y Karbala celebraron en las calles al poco tiempo de anunciarse la condena.
Algunas personas quemaron fotografías de Sadam mientras otros distribuían bombones como una señal de alegría por el juicio, en el que también dos antiguos colaboradores del ex presidente iraquí fueron condenados a pena de muerte en la horca.
En Bagdad, los manifestantes llevaban imágenes de sus líderes religiosos y algunos milicianos chiitas del Ejército de Al Mahdi dispararon al aire a modo de celebración.
Vivo o muerto, queremos a Sadam
Unidades del ejército iraquí, secundados por tropas estadounidenses impusieron un cordón de seguridad en el barrio capitalino de Azamiya, de mayoría sunita, y considerado una fortaleza del ex partido gobernante Baaz, al que pertenecía Husein.
En zonas de mayoría sunita, objetivo de frecuentes actos de violencia, especialmente la ciudad de Tikrit, cuna de Sadam Husein, ocurrieron varias concentraciones de protesta por la sentencia contra Sadam.
Los manifestantes portaban imágenes de Sadam y de Ezat Ibrahim Al Duri, el único dirigente del régimen de Sadam que aún no ha sido capturado.
Entre los eslóganes que se podían leer en las pancartas se destacaba "Vivo o muerto, queremos a Sadam".
El Tribunal Especial condenó este domingo a Sadam Husein y a dos de sus más cercanos colaboradores a la pena de muerte por "crímenes contra la humanidad" cometidos contra 148 chititas en 1982, y falló que los tres mueran en la horca (EFE)
