Además de la media docena de fallecidos, otros 12 agentes de seguridad resultaron heridos por morteros y ráfagas de metralletas de militantes de grupos insurgentes de Borus.
Al menos seis policías iraquíes murieron y 12 más resultaron heridos este viernes, cuando un grupo de hombres armados atacó un puesto de control y un cuartel, informaron fuentes de la oficina de seguridad conjunta iraquí-estadounidense.
Según las fuentes, los agentes, pertenecientes a los cuerpos especiales de la policía, fueron alcanzados en un cuartel y un puesto de control situados en la localidad de Borus, 15 kilómetros al sur de Baquba, donde fueron atacados con proyectiles de mortero y armas ligeras.
El primer ataque rebelde se produjo a las 07:30 horas locales, cuando varios proyectiles de mortero impactaron en el cuartel de las fuerzas especiales de la policía, en la citada localidad.
Media hora después, un "numeroso grupo de hombres" atacó con armas ligeras y lanzagranadas el puesto de control policial de la zona, relataron las fuentes.
El enfrentamiento entre los agentes y los rebeldes se prolongó durante un cuarto de hora, aunque no se pudo precisar si se habían producido víctimas entre los insurgentes.
Tras los ataques, la policía iraquí envío refuerzos a la zona, apoyadas por tropas estadounidenses y helicópteros artillados, para tratar de localizar a los atacantes.
Baquba, 65 kilómetros al noreste de Bagdad, es la capital de la provincia de Diyala, considerada uno de los feudos de los rebeldes iraquíes.
Los cuerpos y fuerzas de seguridad iraquíes son el objetivo habitual de los grupos rebeldes y terroristas que operan en Irak, que les acusan de ser "colaboradores de las fuerzas ocupantes". (EFE)
