En un libro de un periodista italiano, el primer ministro dijo que confía en "los magistrados serio".
Una de las dos acusación que enfrenta es por irregularidades en la compraventa de derechos televisivos.
El presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, aseguró que no dimitirá en caso de que sea condenado en alguno de los dos procesos que tiene abiertos.
Berlusconi hizo esta afirmación en una entrevista al periodista italiano Bruno Vespa y recogida en su próximo libro "Donne di Cuori" (Reina de Corazones), del que este sábado se han anticipado algunos extractos en los medios de comunicación.
"Si llegase una condena en estos procesos estaríamos ante una alteración de la realidad, por lo que me sentiría con el deber de permanecer en mi puesto para defender la democracia y el estado de derecho", explicó Berlusconi.
El primer ministro italiano añadió que todavía tiene "confianza en la existencia de magistrados serios que emitan sentencias serias, basadas en hechos reales".
El Tribunal de Apelación ratificó el pasado 27 de octubre la sentencia que condena a cuatro años y seis meses de prisión al ex abogado David Mills por haber recibido 600.000 dólares del grupo empresarial de Berlusconi, Fininvest, para que falseara su testimonio en dos procesos contra él y en los que el primer ministro fue absuelto.
Tras la invalidación por parte del Tribunal Constitucional de la ley que daba la inmunidad a los cuatro altos cargos del país e impedía que pudieran ser enjuiciados, el primer ministro tendrá que afrontar los dos juicios que tiene pendientes.
Uno es el del caso Mills, en el que Berlusconi está imputado por corrupción y que tendrá que comenzar desde el principio, mientras que el otro juicio sobre las supuestas irregularidades en la compraventa de derechos televisivos de su grupo de comunicación Mediaset se reanudará el próximo 16 de noviembre.
Por otra parte, Berlusconi también habla en el libro de la que define como una "campaña contra él" que se ha desatado en la prensa internacional, y explica que "todo comenzó por parte del diario La Repubblica y el semanal L'Espresso y se extendió después a todos los periódicos y periodistas amigos (de este grupo editorial)".
