Italia recordó este lunes a las ya 366 víctimas mortales del naufragio del barco de inmigrantes acaecido el pasado 3 de octubre en la isla italiana de Lampedusa, con una ceremonia de conmemoración sin féretros, pues casi la totalidad de cadáveres recuperados del mar han sido ya sepultados.
El acto de recuerdo por los indocumentados fallecidos, convocado en un principio como un funeral de Estado y que ha sido cuestionado por algunas autoridades locales por su organización, se celebró en el muelle turístico del puerto de Agrigento (Sicilia), más de dos semanas después de que se produjera la tragedia frente a Lampedusa.
El Gobierno italiano, quien decidió en los días posteriores a la tragedia que se despediría a los inmigrantes con un funeral de Estado, estuvo representado en este acto, retransmitido en directo por televisión, por el viceprimer ministro, Angelino Alfano, y por los titulares de Defensa e Integración, Mario Mauro y Cécile Kyenge.
Junto a ellos, otros representantes de las administraciones italianas y embajadores de algunos de los Estados de origen de los fallecidos, procedentes del Cuerno de África y quienes murieron tras declararse un incendio y volcar el barco en el que habían zarpado desde las costas de Libia.
Además de representantes de la Iglesia Católica, también estuvo presente el imán Yahya Sergio Yahe Pallavicini, quien definió el acto como una "ocasión de verdadera hermandad", más allá de las polémicas, y en el que los creyentes deben dar "ejemplo de civismo y hacer prevalecer un ejemplo de paz y diálogo serio".
A la ceremonia, en la que se leyeron pasajes de la Biblia y del Corán, no acudió una de las más críticas con el acto, la alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini, quien hoy viajó a Roma para reunirse con el presidente de la República, Giorgio Napolitano, a quien quiere proponer que el 3 de octubre se convierta en el Día de la Memoria de todos los inmigrantes fallecidos en el Mediterráneo.
"¿Por qué los funerales no se han celebrado en Lampedusa? Tenéis que preguntárselo a alguna otra persona. A nosotros no nos han hecho partícipes. La verdad es que la decisión del funeral de Estado naufragó en el momento mismo en el que se anunció: nunca ha habido señales concretas", dijo Nicolini a los periodistas.
"Farsa de Estado"
Por su parte, el alcalde de Agrigento, Marco Zambuto, volvió a definir la ceremonia como una "farsa de Estado", donde la presencia de representantes de las autoridades de Eritrea, de las que huían algunos fallecidos, supone una "puñalada a los muertos".
El regidor de la localidad siciliana, que ha acogido en su cementerio a más de 90 cadáveres del naufragio, decidió, sin embargo, acudir a la ceremonia para representar a la comunidad de Agrigento, según explicó a la cadena de televisión pública Rai.
El hecho de que no todos los 155 supervivientes pudieran viajar hasta Sicilia para participar en la ceremonia, en la que también se recuerdan a la treintena de muertos del naufragio del día 11 en aguas maltesas, generó malestar entre los indocumentados, que protestaron ante el centro de acogida de Lampedusa.
La ausencia de algunos de los supervivientes, que por su parte lanzaron flores al mar en Lampedusa en recuerdo, generó también protestas en el propio puerto de Agrigento, donde se vieron carteles con el lema "¿Dónde están los supervivientes?" o "Sangre 'nostrum' y víctimas de vuestras leyes".
Decenas de eritreos procedentes de otros puntos de Italia y, también de Europa, viajaron hoy hasta Agrigento para participar en la ceremonia, con carteles en algunos casos que rechazaban la presencia de autoridades de su país en el acto, como una "ofensa" hacia los difuntos.