Las víctimas intentaban llegar a la isla de Lampedusa, al sur de Sicilia.
"Es una tragedia inmensa. El mar está lleno de cuerpos", dijeron las autoridades.
En la nave viajaban unas 500 personas, de las cuales 250 están desaparecidas.
Al menos 93 inmigrantes indocumentados murieron tras el naufragio de la barcaza en la que intentaban llegar a la isla italiana de Lampedusa, al sur de Sicilia.
La alcaldesa de la isla, Giusi Nicolini, confirmó que en la nave viajaban 500 personas y que 250 están desaparecidas además que 82 personas habían fallecido.
Sin embargo, la cifra de muertos puede será mayor "pues el mar está lleno de cuerpos".
Nicolini también informó a los medios italianos que, entre los sobrevivientes, las fuerzas del orden detuvieron a una persona que creen puede ser el traficante que los llevaba. "Se trata de una tragedia inmensa", añadió Nicolini.
Tras sus declaraciones, se conoció un alza en el número de víctimas hasta 93 fallecidos, cifra que puede seguir aumentando con el correr de las horas.
"Es un horror. No dejan de llegar barcos y descargar muertos. Los medios de comunicación tienen que venir a ver esto. Es impresionante", agregó la alcaldesa entre lágrimas mientras hablaba por teléfono con algunas televisiones.
Los sobrevivientes han relatado que llevaban varias horas en alta mar y que no conseguían llamar para ser rescatados, por lo que decidieron encender fuego para ser localizados.
La barcaza después se incendió, muchos inmigrantes tuvieron que arrojarse al mar y posteriormente volcó, contó la alcaldesa.
La Agencia Sanitaria de Palermo, que coordina las operaciones de asistencia a los inmigrantes rescatados, informó que en tierra firme ya hay 150 personas, entre ellas decenas de niños, alguno de pocos meses, y mujeres embarazadas.
En la operación de rescate intervienen con varias lanchas la Guardia Costera italiana y la Policía de Finanza y Fronteras italiana (Guardia di Finanza), pero también pesqueros y barcas privadas.
Caso repetido
Esta nueva tragedia de la inmigración en las últimas semanas se produce después de que 13 indocumentados fallecieran el pasado 30 de septiembre tras ser obligados por traficantes a saltar de la barcaza en la que viajaban, a pesar de que no sabían nadar y había un fuerte oleaje.
El grupo de 200 inmigrantes fue obligado a tirarse al mar a pocos metros de la playa del "Pisciotto" de la localidad de Scicli, en la provincia de Ragusa, Sicilia.
El pasado 10 de agosto, otros seis indocumentados, entre ellos un menor de edad, fallecieron al intentar alcanzar a nado la costa de Sicilia tras haber encallado el pesquero en el que viajaban junto a un centenar de inmigrantes procedentes de Siria y Egipto.
