La alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini, explicó así la tragedia que remece al país.
Los pescadores temen ser procesados por "favorecimiento de la inmigración clandestina".
Hasta ahora han sido rescatados sólo 150 sobrevivientes y en la nave viajaban 500 personas. Los muertos superan los 300.
Testimonios de sobrevivientes del naufragio del barco en el que medio millar de inmigrantes africanos -en su mayoría procedentes de Eritrea y Somalia- buscaba alcanzar la isla italiana de Lampedusa señalan que pesqueros que se encontraban en las cercanías se abstuvieron de ayudarlos.
"Tres pesqueros nos vieron, pero no nos socorrieron", dijo un sobreviviente al diario Corriere della Sera.
Según la alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini, tal actitud se explica por el "miedo (de los pescadores) a ser procesados por favorecimiento de la inmigración clandestina".
Nicolini dijo que los inmigrantes provocaron un incendio para llamar la atención de los pesqueros, pero éstos "se fueron porque nuestro país ha procesado a pescadores y armadores que han salvado vidas humanas".
En esa línea, exigió al Gobierno que "suprima inmediatamente este delito y modificar las leyes", consignó el diario La Repubblica.
El ministro de Interior de Italia, Angelino Alfano, descartó esta versión y señaló que no es cierto que los pesqueros hubieran visto el barco siniestrado: "Si hubiese sido así, habrían intervenido".
"Los italianos tenemos un gran corazón, hemos socorrido a 16.000 náufragos", dijo vicepresidente italiano al canal SkyTg24.
"Desgraciadamente, (entre los migrantes) nadie tenía un teléfono móvil y ninguno llamó al número de búsqueda y socorro. Si hubiesen tenido la posibilidad de hacer una llamada, se habrían salvado", dijo.
Otros pescadores, en tanto, defienden haber actuado apenas vieron llamas en el barco: "Rescatamos a 18 sobrevivientes y a dos muertos antes de que llegara la lancha de salvamento", dijo uno de los trabajadores
