La búsqueda de los cuerpos de los inmigrantes que fallecieron durante el naufragio registrado el pasado jueves frente a la isla de Lampedusa prosigue este lunes, después de que este domingo se consiguiera recuperar entre los restos del barco 83 cadáveres, lo que eleva el balance oficial de muertos a 194.
"Ya están en el mar los buzos operando. Están intentando cerrar lo antes posible este tristísimo asunto y recuperar los cuerpos para llevarlos a tierra", dijo Filippo Marini, comandante de la Guardia Costera, en unas declaraciones al canal de televisión por satélite Sky Tg24.
Marini explicó que, a las operaciones submarinas de los buzos, siguen sumándose los rastreos desde lanchas motoras y también desde el aire, e indicó que tienen intención de recuperar todos los cuerpos de las víctimas entre hoy y mañana.
La gran cantidad de cuerpos extraídos el domingo, entre ellos dos niños y que se suman a los 111 que ya habían sido rescatados y depositados en féretros con anterioridad, hizo que los últimos cadáveres recuperados ayer fueran depositados en dos camiones frigoríficos ante la falta de espacio en Lampedusa.
Tras dos días de parón por mal tiempo y mala mar, ayer los buzos de las fuerzas y cuerpos de seguridad italianos reanudaron con un ritmo intenso la búsqueda submarina de los desaparecidos, gracias a la mejoría de las condiciones, en un ir y venir de lanchas motoras que trasladaba los cadáveres a la pequeña isla italiana.
Los testimonios de los 155 supervivientes, que aún esperan a ser trasladados a Roma, indican que en el barco, que partió del norte de África en dirección a las costas europeas y que naufragó a media milla de Lampedusa, viajaban 518 personas, por lo que en el agua puede haber más de 150 cadáveres todavía.
"Están todos pegados unos con otros. Cada uno tiene no más de 30 centímetros de espacio. Hay pilas de hombres y mujeres en la bodega del pesquero", relató uno de los buzos que trabaja en las tareas de rescate, en unas declaraciones que recogen los medios de comunicación italianos.
"Una buena parte están amontonados en la bodega. Están bloqueados allí dentro y los tenemos que sacar uno a uno. Pero muchos otros están aún en torno al barco y quién sabe cuántos otros encontraremos cuando ampliemos el perímetro de la zona de rastreo", añadió.
Los buzos se han convertido en protagonistas tras el naufragio, pues la tragedia hizo que la mayor parte de los tres centenares de víctimas que se cree que deja la tragedia haya permanecido atrapada en el casco del barco, que yace en el fondo marino a unos cincuenta metros de profundidad.
"El aspecto fundamental es el gran respeto que los buzos muestran, el pudor al abrazar los cadáveres e intentar no desfigurarlos. Hay una gran conmoción", dijo Marini.
Como gesto de solidaridad, el papa Francisco, que ayer pidió un rezo en silencio durante el Ángelus por las víctimas de la tragedia, ha enviado a Lampedusa a su limosnero, Konrad Krajewski, responsable de la caridad hacia los pobres en nombre del pontífice.
Los políticos italianos no han dejado de acudir estos días a la pequeña isla (ayer lo hizo la ministra de Integración, Cécile Kyenge), y el miércoles se espera la presencia del presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso.