El primer ministro de Italia, Matteo Renzi, que logró derrocar a su compañero de filas Enrico Letta, es el tercero que gobernará el país con la legitimidad que le ha dado el Jefe del Estado, Giorgio Napolitano, pero no con el respaldo de la soberanía popular expresada en las urnas.
Renzi es el tercer presidente del Consejo de Ministros, después del tecnócrata Mario Monti y de Letta, una anomalía que marca ya el nacimiento del nuevo Ejecutivo.
La crisis política se desató en Italia el pasado 13 de febrero cuando la directiva del Partido Demócrata (PD), con Renzi a la cabeza, se reunió para decidir si le retiraban la confianza en el Parlamento a Letta.
Finalmente, el PD, la mayor formación de centroizquierda del país, se decantó por que Renzi crease un nuevo Gobierno, lo que obligó a Letta a presentar su dimisión.
La caída de Letta obligó al Jefe del Estado, empeñado en zanjar la crisis de inmediato, a llamar a consultas a los partidos políticos del Parlamento para decidir un candidato a quien encargar formar Gobierno.
El elegido fue Renzi, de 39 años, convertido en azote de Letta y aspirante a hacer saltar por los aires la vieja política, a su juicio, la causa de todos los males del país.
Renzi aceptó "con reservas" el encargo del Jefe del Estado y procedió a convocar un turno de consultas para dilucidar posibles aliados entre el entramado de siglas políticas del Parlamento.
Composición del Ejecutivo
Matteo Renzi realizó consultas para conformar la comisión política que finalizaron estes miércoles y derivaron en la composición de un equipo de coalición formado por nueve partidos políticos.
Entre estos se encuentran los que sustentaron a Letta: el Nuevo Centroderecha (NCD) de Angelino Alfano, antiguo discípulo de Silvio Berlusconi, y la formación fundada por Monti, Elección Cívica (SC).
Con estos partidos, Renzi anunció que haría pública la formación de su Ejecutivo el sábado 22 de febrero, pero, finalmente, aceleró el proceso y presentó a su equipo gubernamental el viernes.
El resultado de las cábalas de Renzi acerca de la formación de su Gobierno fue la creación del primer Gabinete paritario de la historia de Italia, el más joven -48 años de edad media entre sus ministros- y con la economía en manos de una troika de tecnócratas.
El gabinete juró ayer su cargo ante Napolitano y poco después celebró su primer Consejo de ministros con el reto de hacer frente la peor crisis económica que ha conocido Italia desde la II Guerra Mundial.
Algunos analistas han definido al nuevo Ejecutivo joven, paritario y con nombres anónimos en su mayoría como de segunda categoría y como un excesivo protagonismo de Renzi, que ayer mismo se puso como ejemplo de éxito para los jóvenes italianos.
Un primer ministro que afirmó que gobernaría Italia siempre que fuera legitimado por las urnas y no fruto (en alusión Letta) de las conjuras de palacio y que no se amilanó a la hora de negociar con "la bestia" del PD, Silvio Berlusconi, para diseñar la ley electoral.
Con un Parlamento carente de un mayoría electoral, una coalición variopinta y con un primer ministro al que todos los expertos tildan de "ambicioso", los analistas se preguntan cuánto durará el Ejecutivo.
Según Renzi agotará la legislatura hasta el 2018 y según los analistas, aguantará hasta la reforma del Senado y la entrada en vigor de la nueva ley electoral.