El Consejo de Ministros de Italia aprobó un proyecto de ley para proteger el mar y acabar con el plástico y que, entre otras cosas, autoriza a los pescadores a recoger este material que se queda atrapado en sus redes y llevarlo a tierra.
El Consejo de Ministros aprobó anoche este proyecto llamado "Salva el mar" y que tiene como objetivo preservar el ecosistema marino y fomentar la economía circular, según un comunicado oficial.
El pilar fundamental del proyecto de ley es que autoriza a los pescadores a recoger el plástico que se queda en sus redes cuando faenan para evitar que vuelvan a tirarlo, como hacían hasta ahora, y acabar con la contaminación en los mares.
"Barrenderos del mar"
"Los pescadores finalmente podrán recoger el plástico que se queda en sus redes. Hasta ahora estaban obligados a arrojarlo de nuevo al mar para no enfrentarse a un delito de transporte ilegal de residuos y tenían que pagar por su eliminación", explicó el ministro de Medioambiente italiano, Sergio Costa, en las redes sociales.
El proyecto de ley introduce la posibilidad de que se otorgue una certificación ambiental a los pescadores que se comprometan a utilizar materiales de bajo impacto medioambiental, participen en campañas de limpieza del mar o recojan desechos que se quedan en sus redes.
"Los pescadores se convertirán en los 'barrenderos' del mar, tendrán un certificado ambiental, serán reconocidos por esta labor, llevarán los residuos a puerto y serán recompensados", celebró el ministro Costa.
También se incluyen campañas voluntarias para limpiar el mar y sensibilizar a los ciudadanos de la importancia de no tirar residuos y gestionarlos adecuadamente.
De esta manera, el Gobierno italiano, formado por el antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la ultraderechista Liga, quiere atajar el problema del plástico que concibe como "una emergencia planetaria", según el ministro Costa.
El proyecto de ley fue aprobado cuatro días después de que apareciera muerto un cachalote con más de una veintena de kilos de plástico y un feto ya fallecido en su interior ante las costas del enclave turístico italiano de Porto Cervo, en la isla de Cerdeña (este).
El cachalote hembra había ingerido unos veintidós kilos de plásticos, entre platos, sedales, redes y bolsas, denunció la organización "Seame Sardinia".
