El gobierno surcoreano publicó este viernes el informe de su grupo de expertos en el que se dice que el plan de Japón de verter al Pacífico agua radiactiva depurada de la accidentada central de Fukushima respetaría los estándares internacionales, incluyendo los establecidos por el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), si se ejecuta tal y como ha sido estructurado.
"El reporte -en el que participaron 21 expertos surcoreanos que visitaron la central nuclear a final de mayo- se ha realizado con la premisa de que Tokyo Electric Power (TEPCO), la operadora de la planta, realizará el plan de vertido tal y como lo ha planeado", explicó en rueda de prensa el Ministro de Coordinación de Políticas del Ejecutivo, Mang Moon-kyu.
Según una simulación realizada en el informe con base en el estándar de emisión establecido por TEPCO, la radiación en las costas de Corea del Sur se incrementaría en una cienmilésima parte con respecto al nivel actual.
El escrito dice además que la tecnología del sistema de depuración de la planta nuclear, conocido como ALPS, ha mejorado con el tiempo, por lo que, desde medidados de 2019, se han logrado niveles de radionucleidos en el agua tratada dentro de los límites permisibles.
El gobierno surcoreano alertó en su momento, antes de 2019, de que el nivel de seis tipos de radionucleidos presentes en el agua de Fukushuma estaban por encima de niveles considerados seguros.
En concreto, el reporte afirma que el nivel de concentración del tritio, el único isótopo radiactivo que ALPS no es capaz de eliminar por completo, estaría dentro de niveles aceptables teniendo en cuenta que el agua marina lo diluiría lo suficiente.
El informe también hace hincapié en que las corrientes dispersarían el agua contaminada hasta el punto de que los materiales radiactivos serían indetectables una vez que el líquido llegase hasta las costas surcoreanas y afirma, al igual que hizo el gobierno esta semana, que respeta el informe del OIEA con respecto al vertido.
El organismo publicó el lunes un informe que establece que el plan japonés "cumple los estándares de seguridad internacionales" y tendrá un impacto "insignificante" para la salud humana y el medio ambiente.
AGENCIA ATÓMICA TENDRÁ PRESENCIA FIJA EN LA CENTRAL PARA SUPERVISAR EL VERTIDO
El OIEA tendrá "presencia permanente" durante décadas en la accidentada central de Fukushima para supervisar el vertido al mar de aguas residuales y alertar en caso de detectar irregularidades, según dijo hoy su responsable, Rafael Mariano Grossi.
El OIEA ha llegado a un acuerdo con las autoridades niponas y con la operadora de la central para tener una oficina fija en las instalaciones atómicas mientras se prolongue el proceso de descarga al Pacífico del líquido tratado en paralelo al desmantelamiento de la central, dijo el funcionario.
"Analizaremos la descarga para comprobar que se produce dentro de ciertos parámetros y que no supone ningún daño para el medio ambiente", explicó Grossi durante una rueda de prensa en Tokio, al término de su visita a Japón para presentar las conclusiones de la evaluación de la OIEA sobre el plan nipón para deshacerse del agua acumulada en Fukushima Daiichi.
"Si detectamos algún problema, alertaremos a las autoridades japonesas, que serán las que tendrán que actuar", añadió Grossi, quien recordó que el OIEA "ofrece una evaluación técnica" del vertido pero "no tiene autoridad para detener ni para empezar la descarga".
DESCONFIANZA EN PAÍSES VECINOS
El visto bueno del OIEA al plan nipón no ha bastado para apaciguar la oposición que siguen mostrando los pescadores locales de Fukushima a la medida, ni la inquietud que el vertido inminente ha generado en algunos países vecinos como China o Corea del Sur.
Respecto a las dudas o críticas alrededor de la seguridad del vertido, Grossi expresó su "plena confianza en el proceso de evaluación" llevado a cabo por la OIEA y en sus "sólidas" conclusiones, y reiteró que los residuos de materiales nucleares que pueden ir a parar al Pacífico suponen "dosis insignificantes".
El diplomático argentino dijo "entender" el rechazo que sigue generando el vertido, e incluso reconoció que es "lógico" que sea así al tratarse de un asunto "difícil de entender para quienes no sean expertos".
Por eso, añadió, el OIEA y las autoridades niponas "deben poner en marcha medidas para evitar que cause ningún daño" y "aumentar sus esfuerzos para explicar debidamente" lo que supone el vertido.
Con ese objetivo, Grossi viajará este mismo viernes a Corea del Sur, donde permanecerá hasta el domingo y mantendrá encuentros con las autoridades nacionales, y posteriormente viajará a otros países insulares del Pacífico que también han expresado preocupación por la descarga de agua de Fukushima.
China, que ha criticado con dureza el plan y pedido a Japón que lo abandone, señaló hoy mismo que sus autoridades aduaneras aplicarán un "alto grado de vigilancia" sobre las importaciones de alimentos procedentes de Japón, a raíz de la "preocupación entre los consumidores chinos" sobre la seguridad de los productos nipones.