Shigenori Shiga presentó su dimisión al asumir la responsabilidad por la mala gestión de la compañía tecnológica.
Las acciones bajaron un 8,75 por ciento, aunque llegaron a caer más de 12 puntos.
Ante esta situación, la empresa nipona pidió ayuda entre sus principales prestamistas.
La empresa tecnológica japonesa Toshiba se desplomó en la Bolsa de Tokio después de haber anunciado una estimación de pérdidas multimillonarias para el actual ejercicio y la dimisión de su presidente.
Las acciones del conglomerado bajaron un 8,75 por ciento y cerraron en los 209,7 yenes (unos 1.171 pesos chilenos), aunque llegaron a caer más de un 12 por ciento, contrastando el cierre en positivo y ganancias generalizas en la plaza nipona gracias a la devaluación de su divisa.
Los inversores reaccionaron así a la delicada situación que atraviesa este gigante tecnológico tras la devaluación de su rama de energía nuclear en Estados Unidos, Westinghouse Electric, luego de adquir en 2015 a la constructora CB&I Stone & Webster, debido al incremento de los costes laborales y de construcción de nuevos proyectos.
La empresa tenía previsto presentar el martes sus resultados correspondientes a los primeros nueve meses del ejercicio fiscal nipón 2016, pero decidió posponerlos por problemas en su auditoría.
Multimillonario déficit
Entre abril y diciembre la empresa prevé un déficit neto de 500 mil millones de yenes (más de 2,7 billones de pesos chilenos), lo que incluye unas pérdidas de 712 mil millones de yenes (3,9 billones de pesos) derivadas de la devaluación de su rama nuclear.
En base a esta estimación de resultados aún sin auditar, Toshiba prevé registrar unas pérdidas netas de 390 mil millones de yenes (2,1 billones de pesos) para todo el ejercicio fiscal 2016, más del doble de los 145.000 millones de yenes (810 mil millones de pesos) que calculó anteriormente.
Asimismo, el presidente de la empresa, Shigenori Shiga, presentó en la víspera su dimisión al asumir la "responsabilidad por la gestión" que ha llevado a estas sombrías perspectivas financieras, una decisión que se hará efectiva desde este miércoles.
Ante esta situación, Toshiba pidió ayuda entre sus principales prestamistas, que aceptaron seguir apoyando a la compañía en sus dificultades financieras con un préstamo sindicado de entre 280.000 y 290.000 millones de yenes (1,5 y 1,6 billones de pesos) hasta fines de marzo.
