La fiscalía nipona decidió este jueves no presentar cargos contra el ex primer ministro nipón Shinzo Abe por la causa abierta sobre el supuesto uso ilícito de fondos por parte de su oficina.
La fiscalía nipona abrió una investigación a la oficina particular de Abe a raíz de denuncias que dan cuenta de que presuntamente financió parte de los costes de eventos privados con simpatizantes entre 2015 y 2019 en hoteles de la capital japonesa, violando las normas electorales del país.
Los fiscales han desestimado presentar cargos contra el ex primer ministro al considerar que no existen suficientes pruebas sobre su implicación en las irregularidades, según señalaron fuentes judiciales a la cadena estatal NHK.
En cambio, la fiscalía ha solicitado imponer sumariamente una multa contra Hiroyuki Haikawa, uno de los ayudantes de Abe, por no haber declarado adecuadamente los gastos e ingresos ligados con estos efectos privados, según las mismas fuentes.
Esto constituiría una violación de la ley nipona sobre el control de fondos políticos.
Abe, quien renunció al cargo a mediados del pasado septiembre por problemas de salud, negó estar al corriente de las presuntas irregularidades durante una declaración "voluntaria" que prestó ante los investigadores a comienzos de esta semana.
El ex primer ministro tiene previsto además comparecer este viernes ante la Dieta (Parlamento) de Japón para dar más explicaciones sobre el caso, que ha generado duras críticas de la oposición y ha socavado la popularidad de su sucesor al frente del Ejecutivo, Yoshihide Suga, quien ejerció antes como ministro portavoz y jefe de gabinete de Abe.
FIESTAS ANUALES CON SIMPATIZANTES EN LA MIRA
Los eventos investigados son las fiestas organizadas cada año entre 2015 y 2019 en hoteles de lujo a las que fueron invitados cientos de simpatizantes de Abe y cuyos costes no habrían sido íntegramente declarados de acuerdo con la ley.
Según informaciones recogidas por los medios locales, la oficina de Abe habría abonado unos 8 millones de yenes (63.200 euros/76.500 dólares) en tarifas de participación de los asistentes, quienes por su parte también cubrieron parte de los costes de las fiestas.
Las facturas de estos hoteles indican que el coste total de los eventos fueron superiores a 20 millones de yenes (160.000 euros/190.000 dólares), muy por encima de las cantidades cobradas a los asistentes.