La planta atómica nipona de Sendai entró este martes en proceso de reactivación, lo que la convierte en la primera que opera en Japón tras un apagón nuclear de dos años y en la primera que funciona con nuevos patrones de seguridad aprobados tras el desastre de Fukushima.
Los operarios de Kyushu Electric Power, propietaria de la central, procedieron a retirar las llamadas barras de control -que interrumpen el proceso de fisión- del reactor 1 de la planta en torno a las 10:30 hora local.
La reactivación de Sendai, en el suroeste del país, se ha llevado a cabo con el impulso del gobierno nipón, que defiende la necesidad de retomar la energía nuclear para estimular el crecimiento pese a que la mayoría de japoneses rechaza la medida por miedo a que se repita un desastre como el de Fukushima en 2011.
Kyushu Electric espera que el reactor tarde unas 12 horas en alcanzar su criticidad y confía en que comience a generar electricidad a partir del 13 de agosto.
La unidad 1 comenzaría sus operaciones comerciales de suministro en septiembre, al tiempo que se prevé la reactivación del segundo reactor de esta planta en octubre.
Sendai es la primera planta de Japón -país que mantenía todos sus reactores desactivados desde septiembre de 2013- que ha superado los nuevos estándares de seguridad más estrictos exigidos desde el año pasado por la Autoridad de Regulación Nacional (NRA) a raíz del desastre provocado por el terremoto y tsunami de 2011 en Fukushima.
Durante esta jornada unas 200 personas se concentraron desde primera hora ante la central de Sendai, en el extremo sur de la isla de Kyushu, y protestaron por el encendido del reactor 1, según informó NHK.
La NRA ha dado el visto bueno a otros cuatro reactores -incluido el 2 de Sendai- para que retomen operaciones y se espera que sean muchos más en el futuro, algo que encaja en el plan del actual Gobierno del primer ministro Shinzo Abe, que para 2030 espera generar un 20 por ciento de la electricidad a partir de nucleares.