Parte del equipo legal japonés del ex presidente de Nissan-Renault Carlos Ghosn, acusado de irregularidades financieras en Japón, renunció este jueves a llevar la defensa del empresario, después de que su fuga del país dificulte la celebración del juicio.
Tanto el equipo de abogados del bufete de Junichiro Hironaka, su letrado principal, como el abogado Takashi Takano, quien organizó la puesta en libertad del empresario en marzo de 2019, han dimitido, confirmaron a EFE sus respectivos despachos.
En el caso se mantienen todavía otros tres letrados contratados por Ghosn, según informó la cadena pública japonesa NHK.
La dimisión de los abogados nipones de Ghosn se conoce el mismo día en el que se celebró una reunión preparatoria para el juicio, cuyo inicio estaba previsto esta primavera y cuya celebración se prevé difícil tras la fuga del ex directivo del país.
La ley japonesa no permite juzgar en rebeldía (sin estar presente en el tribunal) a los acusados en casos como el que atañe a Ghosn, por lo que actualmente sería imposible celebrarlo, y no se ha anunciado una decisión al respecto.
Estaba previsto que los mencionados abogados de Ghosn participaran en la reunión de este jueves para dar explicaciones sobre la fuga del ex ejecutivo y sus actividades mientras estaba en libertad bajo fianza, pero no asistieron, según recogieron los medios locales.
El bufete de Hironaka ya frustró el intento de incautación la semana pasada por parte de la fiscalía de uno de los computadores utilizados por Ghosn durante ese tiempo por considerar que entregarlo violaría el secreto profesional entre abogado y cliente.
El letrado no tiene intención de comparecer ante los periodistas para dar explicaciones por la decisión, dijo en un breve comunicado.
Ghosn huyó clandestinamente de Japón al Líbano (de donde tiene la nacionalidad, además de brasileña y francesa) a finales de diciembre cuando estaba en libertad bajo fianza a la espera de su juicio.
El ex presidente de Nissan se fugó del país asiático y se encuentra en Beirut, desde donde ha vuelto a negar las acusaciones.
Además de una orden de arresto en Japón, Interpol ha emitido una circular roja, aunque el Líbano y Japón no cuentan con un tratado de extradición y parece poco probable que lo extradite.
De momento, la fiscalía libanesa, que investiga a Ghosn por un caso distinto al japonés y vinculado a sus intereses nacionales, ha prohibido al empresario salir del país.