Los robots y los sistemas de inteligencia artificial podrían desempeñar prácticamente la mitad de los empleos disponibles en Japón para 2030, según un informe publicado por el centro nipón de estudios Nomura Research Institute.
El estudio, llevado a cabo junto la Universidad británica de Oxford, se basa en el análisis de datos de unos 600 puestos de trabajo en Japón, así como en una estimación sobre la evolución tecnológica de los robots y de los programas de inteligencia artificial.
Los investigadores han concluido que el 49 por ciento de los empleos desempeñados por trabajadores humanos en Japón podrían ser realizados por máquinas dentro de unos 15 años.
El porcentaje de profesiones susceptibles de ser automatizadas en el país asiático es más alto que en los otros dos casos estudiados: Estados Unidos (con un 47 por ciento de trabajos que podrían realizar máquinas) y Reino Unido (35 por ciento).
Para determinar si un empleo podrá ser desempeñado en el futuro por robots o programas de inteligencia artificial, los investigadores analizaron los niveles de creatividad y de conocimientos específicos requeridos para el trabajador.
Así, determinados empleos basados en el análisis de datos o en las operaciones sistemáticas podrían ser realizados con más facilidad por máquinas, como es el caso de los recepcionistas, los operarios de fábricas o los guardias de seguridad, según el informe.
En cambio, los trabajos que requieran capacidades creativas, de cooperación o de negociación serían difícilmente desempeñados por robots o computadoras, señala el documento, que cita a modo de ejemplo profesiones como diseñador de moda, trabajador sanitario, camarero o directivo empresarial.
Soluciones de futuro
El informe añade que el porcentaje de empleos que ocupen los robots en el futuro dependerá también de factores sociales y económicos, como la oferta y la demanda de mano de obra.
El gobierno nipón y la industria nacional han apostado por la robótica como una de las posibles soluciones al envejecimiento demográfico que afecta al país, y que amenaza con provocar una carestía de mano de obra y con lastrar el crecimiento de la tercera economía mundial.
Actualmente, más de un cuarto de la población nipona supera los 65 años, una proporción que se acercará al 40 por ciento para el año 2060, según datos del ejecutivo.