Al menos 1.757 peregrinos murieron y 554 siguen desaparecidos como consecuencia de la estampida que hubo en la ciudad santa saudí de la Meca durante la peregrinación anual o "Hach" el pasado 24 de septiembre.
La cifra obtenida por agencia EFE dobla el número oficial de víctimas ofrecido por las autoridades de Arabia Saudí, encargadas de la organización del "Hach", que anunciaron, en su momento, que 769 personas murieron y otras 934 resultaron heridas.
Esos datos oficiales no han sido actualizados, pero los países cuyos ciudadanos han participado en la peregrinación sí que han ido actualizando el número de muertos y desaparecidos en la tragedia de la Meca, a medida que han sido identificados los cuerpos.
De esta forma, el incidente se ha convertido en la peor catástrofe ocurrida durante la peregrinación, ya que la más grave registrada hasta la fecha había tenido lugar en 1990, cuando 1.426 personas murieron durante este ritual musulmán.
Aún así, la cifra de víctimas es provisional y podría aumentar a medida que cada país averigüe dónde y cómo se encuentran los desaparecidos, que en algunos casos se cuentan por decenas, como los nigerianos o malienses.
En el caso de Mali, el número podría ser superior al anunciado oficialmente ya que las agencias de viaje del país sostienen que el número de muertos asciende a 140 y el de desaparecidos a 224.
Por otro lado, debido a las restricciones impuestas a los países donde hay virus del ébola, desde Mali partieron peregrinos de otras nacionalidades que se registraron como malienses, por lo que no se descarta que entre las víctimas anunciadas por Bamako hubiera peregrinos de Guinea Conakry y de Sierra Leona.
El país que ha registrado más víctimas es Irán, con casi 450 muertos, lo cual ha llevado al país a dirigir duras críticas a su enemigo, Arabia Saudí, por la gestión de la crisis.
Según las primeras investigaciones, la aglomeración de fieles y el incumplimiento de las instrucciones por parte de estos fue lo que causó la estampida en una encrucijada de dos vías principales que que llevan a la vecina localidad de Mina, donde los peregrinos iban a realizar el ritual de la "lapidación del diablo".